Capítulo 6. ✔

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NARRA EMMA

Estoy tirada en el cesped tracero del intituto con un libro en mi rostro y con mis auriculares conectados a mis oídos.

Estaba leyendo Mala Infuencia, aún no lo termino. A veces quiero llegar rápido al final, pero otras veces no quiero que se termine. Es que Eros Douglas es mucho Eros Douglas.

«Ay papasito.»

Cuando siento que ya estoy callendo en sueño, alguien retira el libro de mi rostro.

Rapidamente me incorporo y retiro mis auriculares.

― ¡¿Qué coño haces, joder?! ― le grito a la persona que se atreve a interrumpirme.

― Oh lo lamento tanto, señorita. ― me dice este sarcásticamente.

― ¿Qué mierda quieres? ― le pregunto furiosa.

― Nada, solo que te vi tan placenteramente acostada en el césped y me palpitó molestarte. ― dice Jack con una risa pícara asomándose por sus labios y sentándose al frente mío.

Me quedo uno segundos mirándole.

Sus labios son perfectos. Solo provocan besarlos, son tan carnosos que dan ganas de morderlos suavemente y sentir su textura, debe ser la verdadera exquisitez poder sentir esos labios junto a los míos.
  
«O sea, mi vida, baja esa calentura que tienes»

Posee unos ojos azulados pero con toques en gices preciosos que adornan su rostro y lo hacen ver aún más tentador, son tan profundos que me hundiría en ellos.

«Joder, tía, que cursi. Qué asco»

Intercalo la mirada entre sus labios y sus ojos.

Jack se da cuenta de mis gestos y que de seguro lo estuve mirando por unos minutos.

«Que dices mirando, tía, si te lo comías con la mirada, pervertida»

Este suelta una leve risilla pícara y ciento mis mejillas arder como el mismísimo infierno.

«Pecadora. Hija del demonio.»

Cállate ya Juana por tu madre, joder.

― ¿No te cansas de molestarme? ― le espeto ― ¡¿Ya no tuviste  suficiente con pegarme ese chicle en el cabello cuando estábamos en la preparatoria?!… ¡Sino que ahora también tienes que sentarte junto a mí en el salón y ahora vienes a retirarme el puto libro del rostro, gilipolla!... ¿¡Que mierda falta, que seas mi puto vecino?! ― le digo con la voz grabe y casi gritando.

Hago el ademán de levánteme pero este tira de mi brazo haciendo que retome mi posición anterior.

Siento una rara sensación recorrer mi cuerpo, pero le resto importancia.

― ¿Qué coño, haces? ― le pregunto furiosa y lo fulmino con la mirada.

Si esto fuera una caricatura animada estoy segura de que en mis ojos hubieran llamitas de fuego y mis oídos estuvieran echando humos.

― Solo quiero hablar contigo. ― me dice Jack en tono neutro.

¿Pero que se cree el idiota este?

― No tenemos nada de qué hablar. ― le espeto furiosa.

Guardo mi libro en la mochila y me levanto del césped.

Jack hace lo mismo y me toma nuevamente del brazo, haciendo que dé un giro y me tambalee.

Este me sujeta de la cintura y nos quedamos sumergidos en nuestras miradas por unos segundos que parecen eternos.

JACK & EMMA  [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora