10. Drunk Confession

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La boda había sido muy bella, los votos de la pareja causaron ternura y pequeñas risitas. Eran una de las parejas más disparejas que Thor había conocido pero el deseo que nació en su corazón fue llegar hasta ese día junto a Bruce.

Después de cenar, reír y ser finalmente presentado como novio a los amigos de Bruce, han comenzado a bailar y a beber esos cócteles tan elaborados que no podían sentir siquiera el alcohol. Bruce, siendo fan del café consumió demasiados de los llamados White Russian. Se ha dado cuenta de que cuando está ebrio, Bruce es más sociable, risueño y coqueto pero también se da cuenta que no sabe medirse y se aloca un poco tomando de más.

—Creo que es hora de parar, Bruce —Thor intenta quitarle el pequeño vaso pero no lo logra—. Hey, ya estás muy ebrio. Anda, deberías descansar un poco.
—Quiero estar el resto de mi vida a tu lado —Bruce escupe aquello con palabras atropelladas, está demasiado ebrio como para seguir callando todo lo que desea—. Te quiero a mí lado para siempre, Thoooor.
—¿Qué es lo que has dicho? —El corazón de Thor da un vuelco y se emociona, es raro que Bruce diga esas cosas— ¿Podrías repetirlo?

Bruce se le cuelga del cuello y ríe mientras le llena la cara de húmedos besos. Thor encantado se deja hacer.

Dije... Q-que quiero estar a tu lado toda mi vida —Bruce le besa los labios ruidosamente—. Me gustas mucho, te quiero sólo para mí, ¿sabias? Yo nunca te digo esto pero es la verdad, meee encantaaaas Thoooor.
—¿Y qué más? —El rubio está dispuesto a sacarle todas las verdades mientras se encuentre en ese estado, le ha picado el lado curioso y necesita saberlo todo— ¿Por qué nunca me lo dices?
Porrrque no quiero parecer alguien intenso y ansioso —Bruce le golpea el pecho con los dedos—. Tú me conviertes en alguien inseguro pero... Pero eso es porque a veces no sé qué hacer con todo esto que me haces sentir. Mis ojossss, mis ojos nunca tienen suficiente de ti y de tu precioso rostro. ¿Te puedo decir uuuun secretitoo así muy chiquitoo?
—Claro, claro —Thor también susurra mientras sostiene a Bruce de las caderas, pegado a él. Ya le duelen las mejillas de tanto sonreír—. Yo guardaré el secreto.
Tú podrías pedirme lo que quieras y yo siempre te diré que sí. Podrías pedirme el mundo y yo le diría a Tony que me ayudara a conseguirlo para dártelo a ti.
—¿Y qué pasa si mi mundo eres tú?
—Entonces me pondría un graaan moño y me pondría afuera de tu puerta.
—Entonces regálame el mundo que yo más quiero.
Te lo prrrometo.

Thor ya no pudo seguir preguntando más porque Bruce comenzó a bostezar, apenas y podía mantener la mirada fija en él. Decidió que era suficiente, cargó a Bruce y se despidió. Los novios hacía mucho que habían partido a su luna de miel en las Maldivas.

Bruce abre los ojos y la luz del día le quema las pupilas. Todo le da vueltas, tiene el estómago revuelto y la boca seca. El dolor de cabeza y de cuerpo poco a poco aumenta, no recuerda mucho y todo aparece en su mente como manchones difusos de lo que sucedió en la boda de Tony. Ni siquiera recuerda cómo llegó a su cama. Entonces se da cuenta.

Esa no es su cama y mucho es su habitación. Tampoco lo que lleva puesto es su habitual pijama.

—¿Cómo despertaste? —Thor tiene una mirada traviesa— ¿Aún estás mareado? Estoy esperando a que me regales el mundo.

Y Bruce entonces recuerda casi todo.

Flufftober 2021 - ThundergammaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora