5. Sol resplandeciente

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—Estás

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—Estás... mojado, y no como a mi me gusta.

En una de las avenidas más concurridas de la gran Danville, se reúne un centenar de puestos comerciales hasta restaurantes de lo más elegantes, y de todos ellos sobresale una modesta y pintoresca cafetería lo cual reluce más con los rayos del sol entrando por las ventanas. Luce bonita aun después de la tormenta que arrasó anoche.

Aunque no podríamos decir lo mismo de Phineas Flynn el cual gotea por todos lados.

—Gracias por resaltar lo obvio, mi querido hermano —alza los brazos salpicando en el proceso al peliverde

Suspira y deja a lado la taza de té que estaba tomando en ese momento para después sacar un pañuelo y limpiar el agua que ha caído en su rostro.

—Cuando comienzas a dirigirte a mi como tu hermano, no es una buena señal.

Deja caer sus brazos como peso muerto, se sienta en la silla vacía que está enfrente del peliverde y deja caer su cabeza en la mesa.

—Lo siento, hoy no fue mi día —le mira de reojo, desanimado.

Ferb asiente y con un gesto de la mano le pide que continúe, vuelve a beber de su te. Discretamente, le ordena al mesero un pastel de chocolate para su chico que no tarda en llegar.

Phineas se endereza, suspira y agradece al camarero.

—Hoy me levanté temprano para poder ir de compras y al salón con Isabella ya que sabía que hoy nos encontraríamos aquí para almorzar porque bueno... —comienza a frotar su nuca y un ligero tono rosado se asoma por sus mejillas. Come un bocado de su postre —. Quería lucir bonito para ti.

El peliverde no dice nada esperando que su novio siga hablando, así que solo ladea la cabeza con una mirada enternecida.

—Después de eso todo iba relativamente bien, pagamos la ropa que nos habíamos probado con anterioridad y fuimos al salón; nos hicimos la manicura, un tratamiento fácil y de cabello —enumera con sus dedos y luego agita la mano restándole importancia—. En fin, ya sabes, todas esas cosas que hacen las chicas para verse bien. Salimos del centro y cada uno se fue por su lado. Empecé a correr porque me di cuenta que llegaba tarde a nuestra cita; aparte de que el autobús que me dejaba en la esquina de esta avenida, no pasaba. Ahí supe de inmediato que todo empezaba a salir mal —azota ambos puños en la mesa mientras entrecierra los párpados.

Ferb suelta una risilla. Su novio es tan dramático.

—Si, puede sonar gracioso al principio, pero empezó a tornarse una pesadilla —le apunta con el dedo—. Corrí y corrí hasta el cansancio, cuando llegó a lo que es el otro lado de esta avenida y espero que el semáforo se ponga en rojo... ¡Ocurre la tragedia!

Ferb pone cara de fingido asombro aunque por dentro se está muriendo de risa por lo que obviamente pasó a continuación en la trágica anécdota de Phineas.

—Una camioneta pasa por un charco y me baña por completo. Y ahora... ¡Parezco un trapo mojado! —exclama señalándose de pies a cabeza.

Sin poder evitarlo más, Ferb se suelta a reír.

—¡Ferb! —se quejó.

—Perdón, perdón... —esconde la risa en una tos—. Es que luces como un cachorrito rabioso —agarra un poco de chantilly y se lo embarra en la nariz—. Eres adorable.

Phineas se cruza de brazos y desvía la mirada, refunfuñando entre dientes.

—Vamos —le toma el rostro para que lo vea—. Tienes una belleza con la que no cualquiera puede competir y un cuerpo que me enloquece; tanto que si solo llevaras una camisa vieja o pantalones rotos... Siempre serás mi sol resplandeciente.

Con eso, le da un beso en los labios que hace temblar y suspirar a Phineas desde su asiento. Nunca se cansará de los gestos románticos de su novio que derrite su corazón y le desarman por completo.

Espera que estos sentimientos duren una vida más y la siguiente al igual que su tiempo con Ferb ya que es imposible imaginar una vida sin su ternura, su amor, sus besos, sus caricias, simplemente... todo su ser.

—Así que, ¿Qué te parece si...? —acerca su boca al oído del pelirrojo, susurrando—. Terminas ese pastel, vamos a casa para que te seques y... Te hago mojar de una manera que ambos disfrutemos —termina en un tono juguetón.

Y sus momentos de idiotez, claro que sí.

Phineas tan rojo como un tomate le da un puñetazo en el hombro a Ferb que solo se carcajea de risa desde su asiento. 

— NOTAS DE AUTORA —

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— NOTAS DE AUTORA —

He estado llegando un poco tarde porque he tenido mucho trabajo. Espero me disculpen Dx

Bueno, sin más, el quinto día. Disfruten :3

¡LolitaMick14 fuera, paz!

𝗙𝗹𝘂𝗳𝗳𝗧𝗼𝗯𝗲𝗿 2021 [𝗣𝗵𝗶𝗻𝗲𝗿𝗯]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora