11. & 12. Contare los segundos

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Desde que Phineas tiene memoria, no hubo ningún momento en el que no estuviera junto a Ferb

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Desde que Phineas tiene memoria, no hubo ningún momento en el que no estuviera junto a Ferb.

En el primer instante que se vieron, sabían que serían los mejores amigos, que compartirían los mismos gustos en varios temas —música, libros, películas, etc—. El mismo ingenio en cuanto a la ciencia de las invenciones llegando hasta crear lo que algunos consideran imposible para sus ojos como rascacielos que llegan hasta la luna o, inclusive, viajar a dimensiones paralelas. Creen ciegamente el uno como en el otro, tanto que si uno salta de un puente el otro también lo hará. Actúan como si solo fueran una mente propia en la que no hay necesidad de palabras para afrontar algún problema.

Simplemente, nacieron para estar juntos. No imaginan un mundo en donde no sea así.

Por ese mismo motivo, Phineas siente como si el cielo se le cayera encima con la partida de Ferb hacia su viaje para estudiar en el extranjero. Casi siente que se queda sin aire en solo pensarlo porque, bueno, es más difícil cuando ambos son más que hermanos.

Y para su mala fortuna, hoy mismo es el vuelo hacia el internado de Inglaterra.

De mala gana ve como el peliverde va guardando lo último de ropa en una maleta, casi mira a esta con un odio como si ella fuera la culpable de que Ferb se esté yendo. Tiene tantas ganas de lanzarla por la ventana.

—Si sigues mirando a la maleta de esa forma, va a explotar —menciona el peliverde de espaldas, aún guardo algunas cosas.

Phineas bufa y se cruza de brazos. Parece un niño chiquito haciendo un berrinche.

—Es una excelente idea, dame los explosivos —extiende el brazo al igual que una sonrisa. Ferb se voltea a mirarlo con una ceja alzada—. No me mires de esa forma, que estoy hablando enserio —le apunta con el dedo.

Ferb suelta un suspiro para después acercarse al pelirrojo y sentarse junto a él en su cama. Toma sus manos entre las suyas.

—¿Sabes que vendré en el verano, verdad?

Relaja la postura y suelta un gran suspiro, cargado de pesar.

—Es... la primera vez en años en la que nos separamos tanto tiempo. Solo imagínate, será un internado de cuatro años en el cual solo te vere en el verano. Y lo peor es que no puedo acompañarte porque decidimos estudiar carreras distintas. El solo pensarlo,se me hace un nudo en la garganta; ¿o acaso tu no te sientes de esa manera?

Phineas aprieta los labios, en un gesto que el otro reconoce como triste y resignado al por venir mientras que en las comisuras de los ojos del pelirrojo se puede notar unas pequeñas lágrimas retenidas.

Puede que no se note, pero a Ferb se le está partiendo el corazón al ver tanta tristeza en su amado, y la verdad es que él coincide con él. Serán millas de distancia que con un simple videochat no bastará para quitar el anhelo que sus almas aclamaran para estar juntos de nuevo.

𝗙𝗹𝘂𝗳𝗳𝗧𝗼𝗯𝗲𝗿 2021 [𝗣𝗵𝗶𝗻𝗲𝗿𝗯]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora