𝗙𝗹𝘂𝗳𝗳𝗧𝗼𝗯𝗲𝗿 2021 [𝗣𝗵𝗶𝗻𝗲𝗿𝗯]

16. Cálido y acogedor

La quietud nunca ha formado parte de la personalidad de Phineas Flynn. Con una mente que iba constantemente a mil por hora, era casi imposible permanecer sentado la mayoría del tiempo. Siempre tenía que tener algo que hacer para calmar sus ansias y eso a veces le pasaba factura, manteniéndolo despierto la mayor parte de algunas noches.

Hoy fue una de esas noches.

Se removió de un lado a otro intentando encontrar un lado cómodo para dormir, pero cada vez que creía encontrarlo, los pensamientos comenzaban a invadirlo de nuevo con ideas o muchos proyectos que tenía por hacer durante el verano.

El pelirrojo nunca se consideró una persona pretenciosa, pero a veces ser un genio era tan agotador.

Después de varios minutos al fin decide rendirse quedando acostado boca arriba y golpeando con ambos puños el colchón, soltando bufidos enojados en el proceso.

Phineas empieza a revisar alrededor de su habitación esperando encontrar con esperanza algo que puede sacarlo de la turbulencia de su mente que en ese momento lo está más que atormentando. Después de algunas evaluaciones, sus ojos se posan en la figura dormida de su hermano mayor, él cual —como siempre— tiene un sueño profundo como si nada lo pudiera perturbar.

Quiere sentir envidia, pero es reemplazada con rapidez cuando una nueva idea se empieza a formular en su cabeza. Con decisión, se desenreda de sus sábanas y toca el suelo frío para comenzar a caminar hacia la cama del contrario.

Lo hace de puntillas para evitar hacer ruido y despertar al resto de la familia que aún está en el quinto sueño. Justo cuando ya está cerca, decide detenerse cuando su hermano suelta un suspiro entre sueños.

Hace que se sienta ridículo y las inseguridades empiezan a salir a flote.

Es raro.

La seguridad era un rasgo muy significativo en su personalidad, nunca hubo duda en sus acciones y siempre mantenía una actitud de determinación ante las adversidades. Así que no entendía porque estaba dudando en solo acercarse a la cama de su hermano. Era tan simple y mundano que no debería ser tan difícil hacerlo. Aunque tampoco ya no era un bebé para compartir cama con su hermano.

Tenía dieciséis, por el amor de Dios.

Con ese pensamiento —cuando ya estaba a medio camino—, decide empezar a retroceder para regresar a su cama, pero no logra avanzar demasiado cuando escucha una voz soñolienta.

—Será mejor que te metas de una vez antes de que salga y te arrastre hacia aquí, Phineas Flynn.

Da un grito bajo poco varonil y salta sobre su lugar. Voltea hacia atrás y se encuentra con la escrutadora mirada de Ferb que le hace querer retorcerse de pena por haber sido atrapado en su cruzada.

—Lamento si te desperté —se soba la nuca, avergonzado—. Puedes volver a dormir y fingir que no estaba escabullendo a tu cama para recibir abrazos gra...

—Phineas.

Al escuchar su nombre hace que el pelirrojo cierre la boca de golpe, esperando a lo que dirá el contrario a continuación. Lo único que obtiene como respuesta es que el mayor remueve las sábanas hacia arriba como una silenciosa invitación.

Phineas solo se limita a soltar todo el aire contenido.

Me conoces tan bien, Ferb.

Con lentitud se acerca hasta quedar a la orilla de la cama; con mucha más seguridad al fin decide meterse a la cama para ser recibido por los cálidos brazos de Ferb que lo agarran con delicadeza.

Cuando tiene su cabeza bajo la barbilla y sus manos sobre el pecho del otro, no puede evitar soltar un suspiro de pura satisfacción y una sonrisa se graba en su rostro.

Ferb solo ríe por la expresión tan tierna que está haciendo su hermano menor en ese momento.

—¿Fue tan difícil?

—Oh, cállate —el pelirrojo refunfuña, intentando enterrar en vano su rostro en el pecho del peliverde.

Suelta una risa más antes de asegurarse de mantener bien tapado al contrario para después derretirse en el dulce abrazo compartido. Luego como si estuvieran sincronizados los dos hermanos se dejan ir hacia los brazos de Morfeo al mismo tiempo; teniendo como último pensamiento de parte del más joven:

No hay mejor lugar para tener paz absoluta que en los brazos cálidos y acogedores de Ferb.