Bienaventuranza infinita (Reyes Volturi)

Capítulo 45

Llamé vacilante a la puerta de la oficina de Aro después de que Afton me dijera que me habían llamado allí más de veinte minutos antes. Por qué todos en el cronometraje de los Volturi eran tan jodidamente terribles, no tenía idea.

Después de unos incómodos minutos de estar parada allí y sin molestarme en tocar de nuevo porque sabía que lo habían escuchado, la voz de Aro resonó desde adentro. "Entra."

Abrí la puerta y entré con las manos en los bolsillos, cerrándola suavemente detrás de mí. El rostro de Aro se iluminó cuando me vio y no pude evitar la sonrisa que apareció en mi rostro.

"Il mio amore, entra la próxima vez, no hay necesidad de llamar", señaló alegremente hacia el sofá.

"¿Queríais verme?" Pregunté con curiosidad mientras me sentaba en el regazo de Caius con las piernas cruzadas sobre las de Marcus.

"Siempre queremos verte, tesoro," Marcus se rió entre dientes y me quitó los zapatos antes de arrojarlos por la habitación perezosamente.

"¿Cómo está tu espalda, carissima?" Preguntó Caius.

Incliné mi cabeza hacia atrás para mirar sus ojos carmesí con una risita. "Genial, completamente de vuelta a la normalidad ahora."

"Ah, es genial escuchar eso", sonrió Aro, "pero por favor, en el futuro, no te lastimes así, y no insistas en que la guardia te entrene como si fueras inmortal. Cuando escuchamos que te lastimaste la espalda y estabas en el ala médica, nos dio el susto de nuestras vidas, para no ser dramáticos".

"Claramente Afton omitió la parte de que solo es fue pequeña tensión", me reí entre dientes.

"De todos modos, tenemos notizie interessanti", aplaudió.

Lo miré sin comprender antes de que Marcus tradujera. "Noticias emocionantes."

"Oh," mis ojos se abrieron al darme cuenta, "continúa".

"Las capas que hemos hecho para ti finalmente llegaron", Aro sacó un montón de tela roja y negra con orgullo, y la dejó en su escritorio.

"¿Tengo capas?" Pregunté emocionada.

"Sí, estas tres capas se han hecho para adaptarse perfectamente a tu figura impecable, bellissima. Aquí encontrarás dos capas negras simples, para usar en ciertas pruebas, reuniones, visitas, etc., y una capa forrada de piel roja para cualquier salida o tareas en las que te encuentras".

Tomó mis manos entre las suyas y fácilmente me levantó del regazo de Caius, para gran decepción de Caius, mientras recogía una de las capas negras lisas de la parte superior de la pila. En un instante, me envolvió con la tela oscura y me abrochó la capa alrededor del cuello. Por alguna razón, no pude apartarme de mirar sus perfectos labios, que él notó antes de presionar un suave beso en los míos con una risa.

"¿Como me veo?" Me reí.

Se apartó y me miró de arriba abajo con calidez. "Increíble , cara mia."

Un rubor se extendió por mis mejillas y escondí mi rostro en su pecho. Envolvió sus brazos con fuerza alrededor de mi cintura y me sostuvo al ras contra él, inclinando mi barbilla hacia arriba con su dedo.

"Gracias," miré tímidamente hacia abajo con una tímida sonrisa.

Presionó sus labios contra los míos con una mano en la parte posterior de mi cabeza, enredada en mi cabello. "De nada, cara mia."

"¿No recibimos un 'gracias' también?" La voz de Caius intervino desde atrás.

"Por supuesto, qué grosero de mi parte", me reí.