Cuando todo está perdido

La voz

*Las semanas pasaban y los soldados de Ian comenzaban a desesperarse, mientras su líder iba contento y ansioso como si fuese el primer día. Mientras que Walt y Natalia se encontraban cansados, y Lenny como siempre estaba con esa mirada tranquila y apacible que siempre tenía.
Pasaron mas y mas semanas y al fin encontraron una ciudad. Una ciudad donde había probablemente unos doscientos Odos. Pero en medio de la ciudad se podía observar una nave, una gran nave que podrían usar para subir a la nave donde estaba Hans, así derrotar al líder Odo Khalid y cambiar el siglo de la era glaciar.
Montaron un campamento un kilómetro alejados de la ciudad montando la estrategia para entrar y que muy pocos o ningún soldado muera.
—Bien chicos, este es el plan. Cien soldados iréis a luchar cuerpo a cuerpo en la entrada principal con un par de Odos, mientras atraéis a todos los otros. Cuando estéis en la entrada estará Lenny con los otro cincuenta soldados restantes apuntando a los Odos y podrán cargarse a bastantes en un instante, luego comenzará la batalla campal, mientras Natalia y yo nos colamos por la parte de detrás de la ciudad y la exploramos. Os esperaremos a todos los supervivientes en el centro de la ciudad. Buena suerte chicos.—Acabó Walt su discurso y se pusieron manos a la obra.

Todo marchó según el plan y se reunieron en el centro de la ciudad. Con algunas casas aun un tanto inexploradas Walt se dispuso a seguir explorándolas sin necesidad de Natalia.

Cuando entró en una de esas casas sintió un pitido inusual en su cabeza que no le dejaba caminar. Walt puso sus manos en la cabeza.
—¡¿Que está pasando?!—Gritó Walt desesperadamente tapándose los oídos.—¿No recuerdas la voz de tu padre?—No se oyó nada mas. Una voz siniestra y perturbadora había aparecido en la mente de Walt. ¿Era su padre? ¿Que querrá? ¿Donde estará?*