Flufftober [Drarry]

Día 4 - Indirect Kiss

Día 4

—Indirect Kiss

Draco parpadeó un par de veces viendo la mancha en la mesa, la que había sido su única compañera desde que comenzó a sentarse en este lugar en el comedor. El entrenamiento auror comenzaba desde una hora impía y apenas lograba funcionar del todo sin al menos un par de tazas de café en su sistema.

Fácilmente podría haberse quedado en su habitación. Cada departamento contaba con una pequeña cocina integrada, pero realmente nadie las usaba más que los fines de semana. Entre semana el entrenamiento los mantenía lo suficientemente ocupados y agotados para pensar en preparar algo.

La comida no era precisamente mala, pero no era algo que Draco disfrutara exactamente, más allá del café. El dulce elixir amargo le hacía salir del estado de ensoñación y poco alerta en el que estaba, aunque, fácilmente lo podía tomar en su habitación.

¿Qué hacía en el comedor entonces? Además de que era obligatorio que asistiera al menos a una comida en el complejo por asuntos de la "Unión del equipo" puede ser que cierto pelinegro con los ojos más bonitos que haya visto tenga algo que ver.

¡No es cómo que lo hiciera exclusivamente por él o algo así! Claro que no... Solamente era mejor su compañía que estar completamente sólo en el apartamento.

¿A dónde había llegado que disfrutaba la compañía de Potter...?

Aunque bueno, no tenía demasiadas opciones realmente, y el chico se tomaba bastante en serio su plan de volverse amigo de Draco (un Gryffindor hasta el final), si llevaba cierta comadreja con él detrás bueno, era un mal que podía superar.

Y hablando del diablo.

Potter entró como cada mañana por la puerta del comedor con un aspecto somnoliento. Bostezaba profundamente y tallaba sus ojos en un intento de despertarse. Su cabello que normalmente estaba alborotado, esa mañana en particular parecía tener vida propia y por poco evitó el impulso de peinarlo.

Draco observó con curiosidad y un tanto de preocupación las ojeras amoratadas debajo de su pálida piel mientras le daba un trago a su café y el chico terminaba de acercarse.

Apenas estaba comenzando a formular una pregunta cuando el chico tuvo el descaro, la desfachatez, la insolencia, la osadía y, ¡la audacia! de arrebatarle la taza de café a Draco y darle un profundo sorbo para después soltar un suspiro aliviado.

¿Potter acababa de tomarse su café...? ¿Así nada más? ¿Cómo cada maldita mañana?

—Ese era mi café, Potter— atinó a decir. Harry se encogió de hombros alzando la taza como haciendo un punto y un gesto de "Si, puedo verlo".

—¿Por qué insistes en beber de mi taza si cada mañana te preparo una también a ti?— ambos observaron la otra taza de café abandonada en la mesa como si los hubiera ofendido personalmente.

—No es lo mismo—

—¡Las preparo exactamente igual!— y Potter solo se encogió de hombros.

—Si, pero esta es tuya y eso la hace especial— Draco se detuvo en seco y después desvió la mirada.

Potter no sabía lo que decía, estaba medio dormido aún. Su adorable cabello revuelto y sus ojitos parecidos a un cachorro de crup no ayudaban y por eso estaba pensando cosas que no estaban ahí. Que no debían estar ahí.

¿Por qué estaba sobreanalizando las cosas, verdad?

—Lo que digas, Potter—

Y cuando estaba por llevar la taza a sus labios, Potter le detuvo.

—Espera, Malfoy—

Bajó la taza empezando a desesperarse y entrar en un estado de frenesí asesino porque no lo dejaban beber su café cuando la presencia de Harry se hizo más obvia en su espacio personal.

Draco Malfoy era alto, más alto que Harry-Maldito-Potter, pero en ese momento se sintió como si midiera 20 cm y estuviera frente a un Opaleye de las Antípodas (ojos multicolores, centelleantes y toda la cosa).

¿Harry siempre había tenido motas doradas y bronce en sus ojos...? ¿Cuándo...? ¿Cuándo empezó a ser Harry para él?

Tragó profundo e intentó hacer una broma rápida pero parecía que su agudo ingenio se había ido de vacaciones a México y no tenía intenciones de volver pronto.

Harry estaba demasiado cerca.

—Tienes... Permíteme— y extendió su mano deslizándose lentamente por la comisura de sus labios. —Sólo era un poco de...— Potter cortó su explicación quizás notando de repente que quizás estaba invadiendo de más el espacio personal de Draco, pero no se disculpó, se quedó quieto casi paralizado como si lo hubieras petrificado en su sitio.

La intensidad de sus miradas mientras se entrelazaban era tal que el más minimo suspiro podría romper aquel ambiente que comenzaba a formarse.

Verde y plata. Plata y verde.

Nadie quería perder la batalla de miradas. Había tantos sentimientos encontrados y ocultos en esos pozos sin fondo que el lado curioso de Draco, aquel que usualmente dejaba muy en el fondo siendo mantenido prisionero por su estado de autoconservación, asomó su cabeza.

Se acercó más.

La mano de Harry no había detenido el movimiento.

—Potter, yo...— susurró por lo bajo y por un momento no reconoció su voz.

—¿Si, Draco?—

—Yo...—

—¡Harry, compañero! ¿Por qué no me esperaste?— la voz de un Ronald Weasley rompió la burbuja casi etérea que habían formado, haciéndolos saltar en sus lugares y separarse el uno del otro como si el mero contacto quemara.

—Te llamé 4 veces, Ron—

Draco realmente aplaudía lo rápido que se había recompuesto y rápidamente siguió su ejemplo, acomodándose en su sitio como si nada hubiera pasado. Dando algunos sorbos delicados a su taza, observando el comedor pero sin ver a nadie particular. Fingiendo una tranquilidad que no sentía.

Su corazón parecía que iba a salir de su pecho y se sentía mareado. ¿Él y Potter...? No, no, no podía, eso estaba prohibido. Negó un par de veces, pasando una mano por su rostro exasperado.

¿Qué en el nombre de Merlín acababa de pasar?

*

**

*

Nota T: ¡Hola personita que está leyendo esto! Una disculpa por la tardanza, vamos lento pero seguro jaja. Regresé a la Universidad después de un año sabático y hay muchas cosas con las que ponerme al día, además de que mi cumpleaños fue hace unos días y estuve un poco ocupada con eso, pero aquí estamos, tarde pero sin sueño.

Espero que les haya gustado mucho el capítulo de hoy. Amo la tensión que ocurre entre estos dos y como no se dan cuenta de lo evidente, pero no me quejaré, yo soy peor...

Cualquier pregunta que tengan no duden dejarla en los comentarios o si sólo quieren dejar una bonita reseña pueden hacerlo <3 No olviden dejar una estrellita, voto, kudo para saber que les está gustando.

Sin más que agregar, tengan un bonito día y nos veremos pronto en el paraíso de la imaginación y las letras ✨.