Without a Happy Ending: Bastian and Scotty

Capitulo 12

Lo que Scotty veía, y aprendió a ver con el tiempo fue a una persona, a quien le entregamos nuestros sueños y esperanzas, y nos decepcionó, pero no por eso debíamos darnos por vencidos, por el contrario , debíamos traer de vuelta nuestra mejor prenda y guardarla hasta que alguien lo suficientemente bueno, llegase nuevamente a nuestras vidas y fuera merecedor de portar nuestra mejor prenda.

Porque aún cuando no veamos la luz, y estemos rodeados de oscuridad y nos sintamos deprimidos, no podemos darnos por vencidos y abandonar el juego, porque la vida es imposible de abandonar y Scotty lo sabía, ella sabía que debía de ser feliz, porque ahora sabía que estaba viva y por eso no debía sentirse mal, le dolía y quería dejar de sentir para no sufrir, pero ese dolor le hizo comprender que ella estaba viva.

Algunas veces caía y perdía el aliento y su pecho le dolía y sentía que moriría, pero luego despertaba y conforme fue pasando el tiempo, estos momentos fueron llegando cada vez más distanciados, ya no le sucedían a menudo y últimamente, Scotty y Danilo pasaban más tiempo juntos, se levantaban a la misma hora, despertaban a los gemelos, preparaban el desayuno juntos, comían y ambos se iban a trabajar, Scotty no volvió a escribir durante aquel año, pero trabajaba con su padre en una de las tiendas de música que tenía.

Dylan le había comunicado a Scotty, que un día - no muy lejano - toda la compañía y cada una de las tiendas serían suyas, por lo que debía familiarizarse con el negocio.

Después de todo, el dinero de su padrastro había quedado a su nombre junto con el de su madre, después de haber sido bailarina durante 25 años, sumándole a eso el dinero de las disqueras y las tiendas de música de su padre, se podría decir que Scotty era billonaria a sus veinte años. No tendría la necesidad de trabajar, pero aún asi, eso le habían enseñado desde pequeña, a trabajar por lo que quería; y en honor a su madre, ella quería ser bailarina.

Durante toda su vida, Scotty trato de hacer todo lo que su madre quería para ella, clases de ballet, cocina, decoración, incluso tomo un curso para aprender el oficio de los salones de belleza. Pero solo hubo una cosa que su madre sonó durante toda su vida, tener una hija que formara parte de la misma academia que ella.

Y durante años Scotty se reusó a hacer semejante cosa, pero luego de la muerte de su madre, las cosas cambiaron y comenzó a hacer todas aquellas cosas que su madre había deseado que ella hiciera.

"Con el fin de honrar su memoria"

Eso pensaba Scotty, creía que de alguna manera, hacer todas esas cosas la harían sentirse menos culpable, y sería capaz de visitarlos en el cementerio.

Cuando su madre y su padrastro murieron, Scotty fue incapaz de asistir a su funeral, no porque no los amara, sino por esa misma razón, los amaba demasiado y no quería recordarles de esa manera: En una caja, con personas llorando a los alrededores y un padre diciendo cosas como "La vida es muy corta", "Cenizas somos y cenizas fuimos". Quería recordarlos como eran: Una familia, amada y querida por muchos, amorosos y dadivosos, felices y siempre dispuestos a conocer nuevas culturas y personas, amables y sociables. Su familia y asi quería recordarles. No a quince metros bajo tierra con la imagen de gusanos devorando sus cuerpos, sino como su familia.

Sin embargo, amigos y demás familiares o personas del trabajo de su padrastro, tomaron inaceptable la falta de presencia en el funeral por parte de Scotty. Pero como muchas cosas que Scotty hacía, nunca rindió cuentas, porque sabia que no le debía nada a ninguno de ellos, ella tenía sus razones y se fue fiel a si misma, una promesa que le había hecho a su madre cuando era pequeña: Ser fiel a sí misma, sin importar lo que los demás digan o crean, lo único que importa es lo que tu creas y sientas que es correcto, solo cambia si crees que has dejado de serte fiel. Esas fueron las palabras de su madre un invierno cuando Scotty tenía ocho años.