CAPITULO III

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SUEÑOS EMPOLVADOS

Naim y Leire junto con Abiodun se abrirían paso al lado de los demás elfos, estaban ganando la batalla fácilmente de una forma sangrienta y triste hasta que de la nada surge el rugido un animal haciendo que el terror resonara en los troncos de los árboles; los tres de pronto estaban confundidos al ver a muchos elfos correr hacia su aldea.

—Oye, ¿Qué demonios pasa? — Le preguntó Abiodun a un elfo que detuvo.

—Un horrible monstruo logro cruzar nuestra defensa hasta llegar a la aldea — Dijo aquel elfo asustado. — Nuestro jefe y los niños todavía se encuentra ahí.

Ese elfo después de responderle a Abiodun se fue corriendo nuevamente hacia la aldea, Abiodun al no saber que hacer les preguntó a los hermanos:

—¿Qué quieren hacer, seguir adelante hasta acabar con los que huyen o ir a su aldea para defenderla?

—¡Es obvio que debemos de dirigirnos hacia la aldea, la prioridad en estos momentos es nuestra gente! — Dijo Leire decidida, su hermano tenía la misma respuesta. — Tu al ser un cazador de las sombras tendrías que saber lo correcto.

—No es así Leire — Contestó Abiodun. — Puede que logre acabar con algunas de estas anomalías, pero lamentablemente ahora no poseo ningún poder o arma como para combatir eficientemente contra ellos.

—¿Ni magia? — Preguntó sorprendida teniendo que escuchar otra respuesta negativa de Abiodun. — Me preguntó cómo habrás sobrevivido mucho...

Abiodun por decisión de los hermanos volvieron a la aldea dejando escapar a muchas anomalías en las profundidades del bosque, los tres corrieron lo más rápido posible. Al llegar fueron recibidos por una gran explosión que se creó por el centro de la aldea alarmando a todos, el fuerte ruido fue acompañado con aquel rugido grotesco que se había escuchado anteriormente.

—Eso es... — Tanto Leire como Naim estaban inmóviles por el miedo. — ¡Es un maestro de las sombras!

—¿Maestro de las sombras? — Preguntó Abiodun confundido. — ¿De qué demonios hablan?

—Ah... Estos son monstruos que guía a la gente sombra hacia nuestra destrucción — Dijo Leire tartamudeando. — Con él, todos ellos se vuelven más inteligentes, como si se tratara de una colmena.

—Así es, normalmente cuando ellos aparecen todos los demás se vuelven más organizados — Comentó Naim después de Leire. — Aunque ahora parece que no puede controlar nada, debemos detenerlo rápido.

En lo que se acercaban, varios elfos salieron volando por las fuerte embestidas que causaba un gran zorro deformado por las pesadillas corruptas. Ahí, Leire y Naim se encontraron con sus padres.

—¿Dónde diablos fueron ustedes? — Preguntó su padre mientras les daba un ligero golpe a sus hijos en la cabeza. — Nos tuvieron preocupados.

Su madre reaccionaria diferente abrazando a ambos en medio del caos, agradeciendo a Abiodun por haberlos cuidado.

—Yo no los cuide, solo me siguieron — Contestó Abiodun secamente. — Pero no creo que ahora eso importe, debemos de acabar con esa anomalía.

—Lo sabemos señor caballero, pero no sabemos cómo enfrentarlo, parece usar poder elemental tipo tierra que nos impide acercarnos — Dijo el padre de los hermanos.

Abiodun sin saber que hacer intenta algo que su mente proyectó como recuerdos, con sangre suya empezaba a dibujar círculos mágicos para luego recitar algunas palabras que nadie entendería en absoluto. Fuertes corrientes de poder empezaban a emanar en el cuerpo de Abiodun haciéndole sentir una conexión con el ambiente.

SUEÑOS; El Camino Del Despertar   [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora