SUEÑOS; El Camino Del Despertar [FINALIZADO]

FINAL (EPILOGO)

El eclipsado cielo oscuro que yacía arriba de todos comenzó a desaparecer, ahora cualquiera podía disfrutar de la refrescante luz del sol, al fin todo había acabado.

Froilán junto con los demás, vieron como toda corrupción moría de forma lenta, sin embargo, todavía no veían a Abiodun salir. Las horas pasaron y no existía rastro de él, ni para entrar a buscarlo dentro de aquel santuario, pues todo había caído, pensaron en lo peor.

— ¡Maldición, esto no puede ser! — Gritó Froilán dejándose caer de rodillas al suelo. — ¡El no duro tanto para morir aquí!

Las lágrimas de Leire y Dana salieron a flote, Abiodun tal vez nunca fue una buena persona, pero si llego a ser alguien importante para ellos, Yohan fue el único que no se inmutó, pues todavía sentía la presencia de Abiodun.

El silencio dominó entre ellos al oír cómo los escombros del lugar caían; Solo que en medio de todo el polvo que se alzó, una sola sombra se dibujó, esta iba lentamente acercándose a ellos.

Era Abiodun quien apenas podía caminar. Su frente sudaba sangre y todo su cuerpo estaba empapado en suciedad, de hecho, todas sus heridas estaban sucias. Lo único que brillaba en él eran sus verdes ojos esmeralda, estos no portaban calma, pero si paz, nunca habían visto una mirada así por parte de él.

— Lo siento por preocuparlos — Dijo Abiodun de forma tenue para luego desplomarse, tanto Dana como Froilán lo agarraron a tiempo para que no cayera al suelo y se lastimara más. 

— Tú no te preocupes viejo amigo, tu batalla ya acabo — Respondió Froilán con ciertas lágrimas en sus ojos.

— No, no es así Froilán... — Respondió Abiodun con cansancio. — Apenas acaba de iniciar mi verdadera lucha.

Todos quedaron impactados por esas palabras, no creían poder con otro enemigo así de fuerte como la sombra de las pesadillas, la preocupación se notaba en sus caras.

— Bueno, solo para mí — Dijo Abiodun entre una ligera sonrisa, la sangre en su boca se estaba secando. — Ahora, si me pueden hacer el favor de cargarme hasta salir de aquí, se los agradecería.

Froilán fue quien se ofreció para cargarlo en sus brazos, era una escena algo rara de ver, pero aceptable para Abiodun, este último comenzó a dormir sin importar qué.

— Estoy sorprendido, en verdad pudo cumplir el trabajo que yo y muchos otros nunca logramos hacer — Comentó Yohan en la marcha.

— Te lo dije, es más peligroso tenerlo como enemigo — Le contestó Leire a Yohan, por alguna razón estaba orgullosa.

Las semanas pasaron y ellos seguían caminando, no había rumbo al cual ir, pues ninguno de ellos sabía dónde se encontraban, en el viaje notaron como la oscuridad se había disipado de la atmosfera. Abiodun quien despierta de su largo letargo, se pone de pie ante todos para acción seguida colocarse bien su desgarrada capa roja.

— Me veo limpio, de hecho, mi ropa está limpia — Les dijo Abiodun algo sorprendido, en su voz todavía se escuchaba algo de cansancio. — El que haya sido, gracias por asearme.

Nadie contesto, sin embargo, Dana se sonrojó.

— ¿Entonces cuáles son los siguientes planes? — Le preguntó Leire a Abiodun.

— No lose, no tengo ni la menor idea — Respondió Abiodun mirándolos perdidamente. — Eso lo veremos en el proceso.

Yohan quien lo miraba atento asintió, pues sabia perfectamente que los planes siempre cambiaban, gracias a que el destino siempre es incierto.

Y sin mirar atrás, todos ellos caminaron solemnes a lo desconocido hacia un frágil amanecer que les aguardaba en el horizonte mientras que el viento les cantaba con tonos solitarios.  La oscuridad, el dolor, la rabia... todos los sentimientos negativos nunca se irían, pero a pesar de todo, el final de todo no había sido tan malo.

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Pd autor: Si, si, si... fue corta la historia pero bueno, ¿Qué se puede hacer verdad?

Cuando uno se encariña con algo y quiere continuarlo, va a ser difícil darle un final digno, espero y el escrito anterior haya sido de su agrado. Sin más, empecemos con la precuela xD

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