༘ ˗ˏˋBaby Boyˎˊ- ༘ ┋ HanNao

꧁Bebé꧂

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Un día cualquiera o eso solía ser para Hanma, el estaba tranquilo afuera de una tienda abandonada junto al cielo anaranjado ya estaba amaneciendo aparentemente, el chico solamente estaba en ese lugar por un motivo, meter su mano en su bolsillo y sacar la caja de cigarrillos del mismo para después poner aquel dañino objeto entre sus labios y empezar a inhalarlo sintiendo el humo quemar sus pulmones y cada centímetro de su organismo el sabor, el tabaco aquello torturaba su ser y a la vez lo mantenía despierto cerrar los ojos y suspirar mientras aquel humo escapaba de su boca y nariz azotaba un punto de placer sublime.

Pronto el sentimiento se apagaría, no por desconcentrarse exactamente si no que sabía perfectamente que a esa misma hora cuando el sol se acercaba a batallar con sus ojos para ver cuál era más intenso y amarillento Kisaki le decía que lo esperara fuera de la escuela para plantear exactamente si ese mismo día tenía un plan en marcha.

Shuji tenía que ser sincero, hace un par de semanas horas incluso segundos hubiera tenido el lujo de mandar a Tetta a la reverenda mierda...Pero la verdad, aquel chiquillo se le hacía interesante con tan solo 13 años Kisaki era capaz de muchas cosas, cosas horribles buenas y malas se creía como un dios de su propio mundo el de piel morena era interesante y le mantenía entretenido, le entretenía ver cómo el niño de anteojos cortaba un hilo y cualquier cosa podía pasar, le entretenía ver cómo si sus planes se arruinaban las cabezas rodaban en el piso como pelotas en un día de golf le entretenía verlo sonreír como un asesino que nunca se mancha las manos con la sangre de otros.

Era entretenido, le entretenía.

Camino vagamente, su rostro era inexpresivo jamás sonreía en público de no ser por el sufrimiento, por intimidar a alguien o simplemente porque algunas cosas se le hacían graciosas. Hanma era como el agua si no fluía bien se iba...Eso hacia el agua ¿No?.

El punto fue que tuvo que pisotear su cigarrillo sobre la acera y botar la caja porqué se acercaba a un área en dónde sobraban mocosos de menos de 13 años, y casi siempre le preguntaban con sus pegajosas miradas cuántos años tenía. Y para responder el siempre con una sonrisa decía “La suficiente como para romperte el cuello y que me arresten”.  Eso ahuyenta a muchos niños o es una táctica que siempre empleaba a la hora de ver alguna de aquella alimañas.

Parado sobre el asfalto en aquella gran institución, no presto atención a nada más que al ser a lo lejos de piel bronceada y ceño fruncido, aquellas extrañas y finas cejas que siempre quería tocar solo para molestarlo y acompañado de unos ojos azul grisáceo recubridos en el vidrio de los anteojos.

—Kisaki~ — Canturreo jugueton mientras una sonrisa se expandia en sus labios, el mayor ladeo ligeramente la cabeza hacia la derecha. Tetta mostró los dientes con algo de disgusto.

—Mis planes han sido retrasado, puede irte Hanma-...— Antes de continuar y antes de que Shuji empezará a reírse y bromear con el rubio otra voz se escucho de fondo, no fue exactamente ruidosa pero lo que llamo la atención era lo que aquella voz repetía.

—¡Kisaki-kun!— A lo lejos una figura se acercaba con prisa extendiendo un libro en el aire. El de tes bronceada enarcó una ceja mientras juguetón el más alto veía al nuevo chico y maldición...

Era extremadamente bajo, incluso más bajo que la mente maestra Tetta. Cabellos negros que se movían al son de lo rápido que se mantenía corriendo y ojos azules...No como los de Kisaki, eran azul cielo, brillantes como las luces iluminando las carreteras en la noche el pequeño tenía un libro en mano y justo cuando Tetta vio aquel libro se helo tanto que incluso Shuji pudo notarlo a distancia.