༘ ˗ˏˋBaby Boyˎˊ- ༘ ┋ HanNao

꧁Galletas꧂

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El aroma fresco del chocolate invadía sus fosas nasales Naoto estaba intrigado hacia el sonido y los olores que desprendía de la cocina Tachibana a plena hora de la mañana, misma hora en la que se preparaba para ir al colegio.

-¿Dormiste bien?- Como todo curioso se apoyo sobre la entrada de la cocina espiando asomando su cabeza, no esperó que detrás de el su hermana lo sorprendiera provocando que saltará un poco al momento de recibir la femenina mano sobre sus cabellos negros revolviendo como habitualmente hacia.

-¿Eh?, Si, ¿Por qué?- Claramente el Tachibana menor no decía toda la verdad en sus palabras, cierto acontecimiento ocurrido hace unas semanas no lo dejaba conciliar completamente el sueño que tanto rogaba profundizar en las noches.

-¡Naoto mentiroso! Incluso tienes ojeras.- Señaló la mayor, cabellos rosas cortos y se miraban esponjosos la del el lunar en su rostro señalo haciendo un puchero las obvias marcas algo moradas y oscuras en las cuencas del de orbes azulejo.

-Cualquiera puede tenerlas aún si no duerme bien...- Murmura jugando con sus dedos, Hinata hizo silencio ya que aquel pillo había tenido razón el menor se volteo para acercarse con paso cuidadoso a la cocina y observar maravillado como en el horno unas galletas de color marrón y chispas más oscuras probablemente de chocolate se horneaban, quizá ya estarían listas. Su madre se aproximó a dónde estaba el menor no antes de revolver sus hebras como habitualmente suele hacer Hina ya que de tal palo tal astilla, la mujer se puso un guante de cocina y saco la bandeja dejando reposar el postre sobre la mesa para que enfriaran.

Su padre llegó a la cocina en dónde con la audacia de una tortuga quiso agarrar una galleta y termino quemándose los dedos, su madre tomo una bolsa y puso cinco para dárselas al menor de los Tachibana.

Naoto sonrió guardando con calma el redondo aperitivo en su bolso mientras soltaba una que otra carcajada al ver a su hermana mayor comerse dos y a su madre regañarla ya que eran para comer exactamente en la escuela.

Finalmente ambos se fueron, caminaron al mismo ritmo hasta que en pleno camino la fémina de cabellos rosa se encontró con cierto rubio artificial de ojos grandes y lagrimales probablemente enormes. Si, su presunta pareja Hanagaki Takemichi, ahí fue cuando dejo un poco atrás a el menor que concretamente no le importaba en lo absoluto prefería pensar en cualquier cosa menos en los amoríos de su hermana.

Mientras sus pasos eran lentos y las figuras de sus dos mayores se hacían más lejanas se detuvo sobre sus talones al escuchar un ruido que despertó su curiosidad, campanas para ser exacto y al notarlo se paralizo sintiendo como si fuera realmente posible que el cemento de la acerca mallugara sus zapatos y pies para adherirlo a la acera.

Conocía perfectamente esa figura, el cabello teñido en el centro y lo demás negro su característico peinado ahora posaba hacia abajo mientras en su mano pecado posaba una caja de cigarrillos.

-E-El.- Murmuró mientras un escalofrío subía por su espina dorsal y su piel blanca natural ahora juraba que estaba transparente bajando a tantos tonos de la conmoción.

Desde la otra calle parecía no haberlo notado por lo que en un ligero segundo se sintió aliviado de no hacer ruido pero en cuanto aquellas filosas pupilas amarillentas se posaron sobre el azul las miradas se mezclaron como pintura y una sonrisa se expandió en los varoniles labios del mayor quien se dirigía sin pensarlo al de cabellos oscuros.

La conciencia de Naoto le rogaba que siguiera caminando pero sus pasos eran tan lentos como si a propósito quisiera tener una especie de conexión con el recordado "Hanma Shuji" no despegó su mirada inquieta mientras el sudor frío resbalaba en gotas sobre su mejilla.