꧁¿Te aburriste?꧂

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Era exactamente ya un mes, o al menos ya estaban cumpliendo un mes los encuentros con el alto llamado Hanma y el pequeño llamado Naoto, todos esos días se vieron realmente a Naoto le costaba seguirle conversaciones pero lo intentaba después solamente buscaba excusas para tener contacto más cercano con él y terminaba con su boca explorando la contraria y viceversa “enseñandole” como besar a veces diciendo cosas que le causaban cosquilleos en el cuerpo y muchas veces terminaba sentado sobre el regazo del mayor con la cara y el cuerpo ardiendo y con las extrañas ganas de moverse justo encima de ese lugar.

Quizás ya podría ir entendiendo ese tipo de cosas pero a la vez no quería, o tal vez quería permanecer inocente solo para que Shuji fuera su “intructor” y lo orientará con sus maneras pervertidas.

Su día fue normal, estaba en su escuela y se separaba de su hermana para ir a su clase.

Normal.

Normal hasta que al pasar por la puerta de su aula cuatro bolitas de saliva y papel se le pegaron en los brazos, fue por reflejo ya que puso sus manos en el rápido camino de la “broma” pero, estaba completamente seguro de que iban dirigidas a su rostro. Observó asqueado y luego miro a los culpables los cuales eran cuatro compañeros nuevos de clase quienes por afanes del destino se unieron para hacerle difícil su hora escolar.

Realmente no se le hacía sorprendente ya que tenía todos los bajos recursos para ser al menos víctima de bullying, era un raro apasionado por las cosas paranormales, siempre le decían que dependía de su hermana mayor y francamente prefería pasarse el tiempo solo y dibujando dinosaurio que juntandose con los chicos de su clase. Sus ojos azules rondaron de pupitre en pupitre hasta encontrar el suyo y alguien frente a el que se le hizo interesante ver realmente...Tan solo camino y una mirada celeste poso sobre el detrás de una capa de vidrio, si, el chico de lentes que casi nunca venía a clases pero que tenía las mejores notas de su aula y se atrevía a decir que si pudiera ya estuviera graduado Kisaki Tetta.

El de tez morena y cabellos teñidos de amarillo lo miro por un corto segundo desinteresado para luego brindar su atención no necesaria a la clase, Naoto se iba a sentar hasta que por acto de reflejo observo que en su asiento había una mezcla viscosa de puré del almuerzo. Miro a su alrededor y sabía quiénes era los responsables pues se estaban riendo justamente en ese momento suspiro y puso su bolso sobre lo sucio para sentarse al menos sin manchar su ropa.

La clase paso con neutralidad, aunque para el las horas fueron más largas si de trataba de ser molestado. Pero en cuanto pudo salir no espero a su hermana y se dirigió de una vez a su casa ya que sabía perfectamente que ella preguntaría el por qué su mochila estaba sucia. Camino solo por las calles de su casa hasta que cierto imprevisto lo hizo parar.

Observó con sorpresa a un individuo antes visto, tenía el cabello con mechas amarillentas y de lo demás era negro apostaba a qué había visto antes a aquel sujetó...¡Si!, Lo había visto cuando Hanma lo llevo a aquel arcade abandonado usualmente le costaba recordar cosas de ese día que no fueran el momento vergonzoso y extrañamente caluroso que había tenido con el mayor.

—Llegaste.— El chico de ojos amarillentos con pupilas negras miraba hacia un punto muerto y caminaba hacia Naoto cosa que se le hacía confuso pues no sabía si le hablaba exactamente a el o a alguien más aunque no había nadie más...Eso pensó, hasta que otra figura se movió detrás de él hacia el chico del arete de cascabel.

—¡Ha-Hanma-san!— Dijo sorprendido pero con las claras ganas de llamar la atención del alto chico de orbes doradas.

Ambos pandillero miraron al chico uno con menos interés que el otro pero Hanma dijo algo que realmente le dió un escalofrío.

 ༘ ˗ˏˋBaby Boyˎˊ- ༘ ┋ HanNaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora