capítulo 2. El problema (parte 1)

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Algunos años después...

Era un día como cualquier otro en el santuario, salvo para una persona, el griego inquieto de cabellos azules, milo, y eso lo sabía con certeza su mejor amigo camus, el cual no dejaba de dar vueltas en su templo, más que estar preocupado, estaba muy molesto, daba vueltas y vueltas intentando hallarle sentido a algo en especial: un papel que había encontrado tirado donde estaba escrito el nombre del galo en letras grandes con un gran corazón que rodeaba el nombre, la letra era confusa pero se notaba un poco lo que decía, camus sabía perfectamente de quien era esa letra, la había visto un millón de veces, era la letra de milo, pero el solo lo veía como su mejor amigo y ya, el simple hecho de que milo fuera su mejor amigo solo por que sintiera algo por el lo hacía molestar mucho, pero no quería arruinarle su cumpleaños, sus demás camaradas y el llevaban meses planeandolo, no quería arruinarle ese día.

Aioria: -camus

La voz de su amigo lo hizo salir de su trance

Camus: - que pasa aioria?

Dice con la mirada fría de siempre

Aioria: - has visto a milo?

Camus: - la verdad no, y es extraño

Aioria: - se supone que tu deberías cuidarlo, no podemos hacer nada si llega antes a la fiesta
*Hace un leve puchero*

Camus: - dijo que tenía algo que hacer

En eso unas manos juguetonas le tapan los ojos a Camus asustandolo un poco y provocando que se congelaran dichas manos

Milo: -auch!! Camus duele
*dice mientras se sobaba las manos congeladas*

Camus: -tu tienes la culpa por hacer eso

Milo: -ok ok no lo vuelvo a hacer
*dice suspirando y luego mira a su amigo Aioria*

Milo: -y de que tanto hablaban?

Aioria: -de nada, debo irme con aioros
*dice para irse sin decir más, ya que sabe que no sabe guardar bien los secretos*

En cuanto se va, Milo mira a Camus apreciando todo lo bello de el, su cabello, sus bellos ojos y esa mirada fría, eso le atraía del caballero, el cual no pudo pasar de alto su mirada, al ver como le regresaba la mirada no pudo evitar sonreír mientras sus mejillas se ponían un poco rosas aunque no se notará, camus al mirarlo así solo pudo soltar un gruñido molesto.

Milo: -me extrañaste?

Camus: -te fuiste por 5 min, porque habría de hacerlo?

Milo: solo preguntaba
*dice sonriendo*

Camus: -y a donde fuiste?

Milo: -el patriarca me llamo

Camus: -para que?

Milo: -nada especial
*mira a suelo*

Camus: -esta bien

Por un momento los dos se quedan en silencio, no sabían que decir.

Milo: -camie

Camus: -si?

Milo: -que harás esta noche?

Camus en ese momento se quedó paralizado, no pensaba que milo le pediría una cita y menos ese dia, no pudo evitar mostrar una mueca de desagrado.

Camus: -Tch, obvio no, es mi día libre, porque?

Milo: -no, nada

Decía el griego mientras miraba el suelo nuevamente.

En el la casa de escorpión

Cansado De Ser Yo (Milo De Escorpión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora