Algunos días después, Aioria y compañía emprendían el camino de regreso al santuario, muchos dorados y otros caballeros esperaban el ansioso regreso de milo de escorpio, aunque ellos no sabían nada de lo sucedido con el juez del inframundo.
Por mientras, en el santuario, el pequeño cisne estaba en un pequeño estanque cerca, donde a veces iba con sus camaradas a refrescarse, pero también a meditar, estaba tan molesto por lo que su maestro estaba haciendo, cuando le dijeron por primera vez que su maestro y milo habían peleado, casi tuvieron que deterioro de golpear a mu, porque el juraba que su maestro no sería capaz de hacer tal cosa, pero ahora ya no estaba tan seguro, una parte de él quería estar del lado de su maestro, pero la otra quería estar con lado de lo correcto, lanzó algunas piedras al estanque, las cuales en vez de rebotar en el agua, caían abruptamente porque las tirada de una manera feroz "¿Porqué mi ma estro haría algo así? ¿Porqué? ¿Qué ganaba con decirle eso a milo? Ya lo insultaba bastante incluso antes de eso" pensó, y es que el sabía cuán grosero a veces eras maestro con el octavo caballero, más nunca dijo nada, siempre creyó que sería una falta de respeto, porque así fue educado, ahora entendía que tal vez solo lo ignoraba porque quería a camus, pero, ¿fue a tal grado de cometer tanta negligencia? Parecía que nadie lo había defendido cómo tal hasta lo que hizo aioria en su fiesta de cumpleaños, el realmente--¿Hyoga?- una voz llamó si nombre haciéndolo girar su cabeza hacia ella de manera no espeluznante, era el caballero de Andromeda, Shun -¿Puedo sentarme?- dijo que ver que este estaba sentado en una gran roca
Sin decir nada, el cisne se movió un poco haciéndole espacio, dio dos palmadas en la piedra sin decir una sola palabra y el de cabellos verdes entendió enseguida, sentándose junto a él, estuvieron bastante callados por algún tiempo, hasta que Hyoga se sintió listo para hablar -¿Qué haces aquí shun?- preguntó el rubio
-yo... bueno, me dijeron que te vieron salir mal del santuario, estaba preocupado y supuse que vendrías aquí- sonrió amablemente dándole un poco de calidez al cisne, a quien le hacía falta
-no me refiero a eso- dijo el caballero de cisne mirándolo serio -me refiero a que haces en el santuario, creí que estabas en Japón-
-el cuerpo de mi maestro llega hoy, mu me lo dijo- agachó la cabeza al decir esto, pues se veía que le dolía profundamente
Shun se había acercado mucho al caballero de escorpio, era el caballero más dulce que Andromeda hubiera conocido, y un gran maestro, porque si, así es, shun estaba estudiando junto a el para, tal vez, llegar a reemplazarlo, aunque shun lo dudaba mucho, Milo lo había entrenado personalmente, y shun le había tomado un inmenso cariño al dorado, no siempre podía estar con él, pero entendía el porqué, pero ambos caballeros se entendían en cierta forma: ambos se sentían inmensamente solos, shun entendía la soledad de Milo al saber que campus nunca seria para el, y Milo entendía que el que shun estuviera lejos de su familia fuera inmensamente doloroso e hiciera que se sintiera solo, cuando sintió que milo murió no reaccionó cómo de costumbre, y eso asustó mucho a todos, incluso su hermano se quedó con el algunos días por si colapsaba, ya que shun regresó a Japón después de eso, pero al saber que su maestro había vuelto, el quería verlo, por lo menos una última vez
Hyoga no había visto la reacción de shun cuando le dijeron que Milo había muerto, cuando el volvió fue porque sintió un cosmos desaparecer en el santuario, con temor a quien fuera se dirigió al santuario, más si le habían contado que el caballero de Andromeda no había llorado, cosa que incluso les dió miedo, fue bastante extraño -Ah... ¿Cómo te sientes con eso?- preguntó preocupado el caballero de cisne
-no... lo sé- respondió con certeza el peli-verde -me siento... extraño- admitió -¿y tú? Sé que no es fácil para ti, más porque es a tú maestro a quien odia casi todo el santuario, incluso mi hermano cree que es un estúpido-
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Cansado De Ser Yo (Milo De Escorpión)
FanfictionRecuerdo #00 Amar -entonces, es así- admitió el caballero de escorpio dejando salir un suspiro -¿Amas a camus?- preguntó aún sorprendido el otro caballero, quien ante el asentimiento de su camarada tomó una bocanada de aire -vaya, eso sí es raro- ...