Capítulo 3: Volviendo a la ciudad

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Todos los personajes usados en este fic no son de mi tutoría sino del creador de BNHA sin más que empiece.

PD:Este cap tendré las últimas torturas hacia Izuku, se recomiendo...saben que olvidenlo ya lo puse en los 2 anteriores.
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Ya eran altas horas de la noche cuando en una habitación de un departamento medianamente lujoso, se encontraba una niña de alrededor de 6 y 10 años que se movía en su cama entre jadeos y sudor murmurando en cortas palabras.

-Otou-san...no nos dejes...-

Esas palabras eran de Eri dirigidas a aquella persona que se encontraba en sus sueños sin pensar que en la vida real esas palabras le causaban un dolor en su garganta; un ardor que picaba de dentro, por aquella persona que veía en sus sueños; más no se podía ver su rostro, solo su cabello verdoso y aún así sabría que el era su preciado Otou-san que una vez la mimaba y cargaba en brazos. Aquel que una vez también fue y es su mayor héroe.

-Okaa-san te necesita...vuelve...-

No entendía el porqué pero aquella niña sentía una fuerte conexión con aquel hombre misterioso, sentía que quería estar con él. Abrazarlo, llorar en su hombro y darle al menos un golpecito, uno chiquito, que no doliera pero que transmitiera ese dolor que sintió al ser dejada, sin embargo ese hombre desaparecía lentamente hasta que la niña dio un fuerte grito levantándose.

-¡Nooo!-

Al abrir sus ojos y ver que no había nadie a su alrededor destruyo su corazón pues pensaba que aquel hombre solo existía en sus sueños y ya nunca más aparecería.

-¡Eri! ¿Que sucede?-

Rápidamente la madre llegó a la habitación, casi y destruyendo la puerta pero eso no importaba, solo quería afirmar como estaba su hija, pero ella en llantos y mocos solo se aferro a su madre que para ella fue extraño ya que ver llorar a la niña era tan raro como encontrar la aguja en un pajar de un solo intento.

-¡Okaa-san!...snif...¡Okaa-sa~n!-

Nejire, quien es su madre, aún sorprendida no se dejó llevar por la situación y decidió consolar a aquella niña que con su simple gimoteo le destruía su corazón.

-Ya...ya...okaa-san ya esta aqui-

Esas tiernas palabras tranquilizaban a la niña que paso varios minutos llorando en el hombro de su madre y ya cuando se llegó a tranquilizar se alejo lentamente de su madre.

-¿Qué sucedió?-

Con una voz serena le preguntó a la niña que no paraba de temblar.

-Yo...snif...tuve una pesadilla-

-Ya veo, ¿quieres un poco agua?-

Eri no respondió, tan solo movió su cabeza y luego dijo

-Puedes dormir conmigo ¿por favor?-

Esas palabras no las vio venir. Nejire pensaba nunca oír aquello de la niña valiente, pero al final respondió aunque algo tarde, lo suficiente para que la niña se preocupe aún más.

-....Esta bien-

Nejire levantando la manta se acuesta al lado de su hija, acariciando la pequeña cabeza de ella junto a un tarareo de una canción de cuna.

Horas van y horas vienen.

Al final, Nejire fue la primera quien cayó dormida mientras Eri miraba el rostro de su madre.

Pero ¿por qué se le quedó viendo?.

Pues bien, en la pequeña mente de aquella niña pensaba e imaginaba "¿Y si esa persona se asemeja a alguien que conozco?".

Del Amor Al Sufrimiento:BeginningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora