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—¡Así se hace!

—¡Directo al aro!.

La (C/C) rio ante lo energéticos que eran aquellos dos.

La foránea abrió sus ojos sorprendida en cuanto miro como el pelinaranja cargaba a su amiga de ojos grises, formando una pequeña torre mientras los dos seguían gritando y animando a los participantes del equipo.

—Están dementes— murmuró risueña.

—Lo se— el rubio ensanchó su sonrisa —Son fascinantes.

La chica miro al más alto que se encontraba sentado a su lado, miraba a los chicos con orgullo.

La joven regreso su mirada al partido.

Estaban en uno de los parques de la ciudad, para ser más exactos uno en el que había una enorme cancha de basketball.

No comprendía exactamente el por qué la chica de pelo plateado la había invitado, pero no le importaba, le alegraba verlos y pasar tiempo con ellos.

No era fan del deporte, no entendía muy bien el juego, pero ahí estaba, viendo junto a otros tantos más un inprovisado partido de basket.

Aún así no lo estaba pasando mal, reía al escuchar los ocurrentes comentarios de su compañero de ojos negros o al ver las formas tan curiosas en qué los SpookyKids intentaban animar a uno de los dos equipos.

La estaba pasando bien.

¡Tiempo!— grito quien parecía ser el árbitro del juego después de haber dado un silvatazo —A descansar.

La chica de cabellera plateada salto hacia atrás para bajarse de los hombros de su amigo , quien comenzó a sobar sus hombros adolorido.

—Te pesan los huesitos Skaith.

—No es verdad.

La (C/C) y el chico de complexión delgada rieron al escuchar lo poco que podían de esa conversación.

—T/N, viniste.

La foránea guío su mirada (C/O) hacia su amigo de coleta verdosa, que cambio su expresión cansada a una más alegre.

Sonrió.

—Claro, ¿Por qué no lo haría?.

El contrario iba a responder más fue interrumpido abruptamente por su energética súper mejor amiga.

—¡T/N!.

La mencionada parpadeo unas cuantas veces aturdida.

—Hola Skaith— saludo correspondiendo al abrazo que la ajena le había dado sin previo aviso.

Parecía ser que eso se volvería una costumbre.

—¿Trajiste lo que te pedí?— pregunto al separarse.

—Oh, claro.

La joven se giró para tomar su mochila, le tomo unos segundos hurgar en ella hasta encontrar lo que quería

—Ten— sonrió extendiendo su mano —Dos botellas de agua, una natural y otra mineral.

Arigato (Gracias)— agradeció tomando las dos botellas con delicadeza.

La de menor estatura se alejo de las gradas con rapidez, corriendo hacia uno de los equipos que descansaban en una esquina de la cancha.

La noruega se quedó confundida, ¿Bien...?

—¿En qué momento llegaste?.

La oji (C/O) miro a su compañero de ojos verdosos, casi grises.

𝓒𝓸𝓼𝓺𝓾𝓲𝓵𝓵𝓮𝓸  | FNFHS | Friday Night Funkin' HSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora