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Miraba constantemente las palmas de mis manos, esa corriente eléctrica aún seguía en ellas, y quemaba. Me había dado cuenta cuando salimos del estacionamiento, cuando mis manos y mis brazos tocaron su cuerpo, no sabía que hacer y mucho menos sabía sí decirle pero tampoco quería que me tachara de loca.

Busqué una pequeña mesa en todo el ventanal por dónde lo ví alejarse, y me preocupaba grandemente por ello, mí cabeza tenía fragmentos de antes del accidente y uno de ellos era la admiración que sentía por el, y el gusto de por medio, pero también he tenido presente que nunca se fijaría en solo una empleada.

¿Es obvio no?

Aún así, mis pensamientos viejos ahora son nuevos para mí, pero con ellos vienen algunos que no son míos pero si lo son, debía visitar a alguien urgentemente para obtener respuestas.

Mí rostro se levantó de inmediato cuando la campanita de la tienda sonó y la persona a mi frente sonríe grandemente.

—He vuelto— susurró, y así fué como me levanté de mí asiento y corrí hasta dónde mí mejor amiga quién tenía un año en una academia para los de su especie.

Las lágrimas se hicieron presentes de por medio.
—Estoy tan feliz que hayas vuelto— ella me aleja un poco para así limpiarnos las lágrimas.

—Ya no seamos lloronas— ríe.

Tomamos asiento y vino con ello el camarero a lo cuál ordenamos unos cafés y un par de galletas para acompañarlos, y mientras esperábamos el pedido nuestra conversación se volvió interesante, pues mí mejor amiga me relataba sus aventuras en la academia que asistió, con ello, cómo cosa nada rara, sus quejas al respecto. Eso me recordó que cuando mí marca estuviera a la luz yo también tendría que ir, por lo menos mí ventaja es que mis padres me prepararon.

—Y entonces me llegó una extraña carta de la directora de la academia— comentó.

—¿Y de qué trata?— inquiri.

Se encogió de hombros.
—Aun no lo se— dijo.
—Espero gustosa que vayas a la casa y así la abriremos ambas juntas.

Sonreí.
—Esta bien— Acepté.
—Espero tú madre tenga un gran bocadillo para mí.

Puso los ojos en blanco.
—Creeme espera tú visita con muchas ansias.

Terminamos de comer las galletas y tuvimos que pedir otro par de cafés ya que los anteriores los habíamos acabado.

—¿Cuál fué la asignatura que más te gustó?

—Historia— respondió.

—Que yo sepa tú odias historia— recordé cuando estábamos en la secundaria y ella se quejaba cuando la profesora mencionaba la historia universal.

—Es diferente— su rostro notaba otro semblante.
—La sentí muy familiar.

—¿De que trató tus clases de historia?

—¿Recuerdas la reina olvidada?

Y como olvidarlo, mis padres siempre me contaban esa historia para dormír, de cierto modo me gustaba y significaba mucho para mí.

—Claro— afirmé.
—Como olvidarla, la que luchó por su pueblo para mantener la paz en el mundo.— Exhale y nuevamente volvieron a mi mente recuerdos vagos conocidos.

—Si esa, que desapareció junto con su amado en brazos.

—¿Y que sucedió con esa reina?

—La reina Dess.

Y allí fué dónde comencé a toser de una manera nada normal.
—¿Que sucedió?— recordé una vez de niña que mi hermano me llamaba así.

—¿Te encuentras bien?— me pasó un vaso con agua. Asentí.
—Bueno su historia no es como la pintan los reyes de estos tiempos.

—Ningún rey dirá lo que realmente sucedió.— y como si nada fuera más extraño esas palabras salieron
de mi sin pensar.
—Todos los reyes son unos mentirosos y más cuando se trata del poder.— seguí hablando sin darme la más mínima idea.
—Solo quieren que la reencarnación de esa reina regrese para así adueñarse de ella y poder tener en las palmas de sus manos el poder que ella poseía y el que ha crecido por lo largo de los años .

Terminé de dar mi último sorbo cuando miré el rostro de mi amiga y estaba en shock.
—¿Cómo lo sabías?— comenzó a preguntar.
—Que yo sepa tu no haz ido a la academia.

Y allí fué que caí en cuenta de las palabras salidas de mi boca.
—Emm, mi papá me lo contó— sonreí de por medio.

Mi amiga no me vió muy convencida, sin embargo no preguntó.
—Claro tu papá.

Me levanté de inmediato, no quería que me invadiera de preguntas así que pagué la cuenta y salí por las calles junto con ella.
—Y cuéntame ¿Conociste algún chico?— comencé a hacer algo con mis cejas que se que odia, su rostro de molestia me dió mucha risa.

—Todavía mí alma gemela no llega.— Y pues sí, como en los tiempos de antes aún existe lo que se llama la conexión, podría ser con un licántropo o con uno de los que posee la marca, es difícil deducir a quién de los dos podría ser.

—Me contaron que tuviste un accidente fuerte— asentí.
—Y habías perdido un poco la memoria.— volví a asentir.
—¿Pero porqué me recuerdas?

Me encogí de hombros.
—La marca está apareciendo, y con ello las capacidades de mí cuerpo.

—¡Vaya!— se alegró.
—¿Te imaginas ser la reina pérdida?

Y mí sonrisa se desvaneció.
—¿Que locuras dices Maddie?

Se detuvo y me tomó por ambos hombros, ella siempre ha sido muy dramática.
—Tu solo sígueme.

Y claro como a mí me gustan los secretos y las aventuras, seguí el paso de mi amiga a un lugar dónde yo jamás entraría, lo que no sabía era con lo que me conseguiría.





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⏰ Última actualización: Apr 28, 2023 ⏰

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KINGDOM: El Retorno De Los Reyes [Choi San]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora