experiencia en rebotar.

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A estas alturas del partido ni siquiera sabía por qué seguía pedaleando, se me rompieron los frenos así que rezaba nada más poder evitar todas las calles en bajada y por la paja de subir las empinadas.  Mi último pedido y ya, pizza, seguramente helada, ojalá que estén por desayunar con mates.
La noche más hermosa de la semana, estaba el clima como para jeans y camperita, para parar en una plaza con la clika y amanecernos. Lamentablemente cada uno estaba haciendo lo posible para sobrevivir, yo dejándome explotar por una multinacional, mi mejor amigo en una estación de servicio para bancarse la carrera de diseño, su novia de cajera en un mercadito re contra explotador y los demás en el joseo a full. ¿Quiénes somos los seres humanos para juzgar nuestros modos de hacer dinero?, eso sí, tráfico de órganos, de personas o animales traten de que no y muy importante, ojo con la frula.

Se escuchaban unas cumbias colombianas cuando me metí al barrio, se sentía el aroma a festejo, el espíritu de celebración. Las personas aplaudiendo y silbando mientras reían a lo lejos me traía a la cabeza la imagen mental de mi tío bailando borracho en una ronda de aplausos, gritos ebrios incomprensibles y algún que otro "eh, eh, eh" al ritmo de sus históricos pero poco esforzados pasos.
Sí, esa clase de ambiente me regocijó el corazón, cosa rara que no me había permitido sentir desee que comencé la tortuosa búsqueda de trabajo, si se podía llamar así a lo que estaba haciendo. Digamos que mi único beneficio de todo esto era el dinero ahorrado en el gimnasio y veinte lucas por mes que a veces eran quince. Tal vez a todos no le pagaban igual, o sí, eso nunca lo sabremos. Yo por las dudas no me quejé porque volver a ser una desempleada ni muerta mi ciela. Y no me juzguen a mí, la sociedad te apunta con el dedo y te dice que si no laburás no sos nada, ¿Y qué los hace sentir superiores? El sueldo seguro, ese por el que te rompes literalmente el ano sentada en una bici que apenas resiste tu peso,  doce horas al día para llegar a tu casa con ganas de llorar, bañarte y dormir. Ahora que no puedo disfrutar de mi vida ¿Soy una persona?. Tal vez ese es el truco detrás de toda esa maniobra de hacerte sentir una larva por querer recibir ayuda del estado. El hecho de que si nosotros la pasamos mal, queremos que ese que la está pasando bien también la sufra. Si yo duermo mal, me encierro doce horas en una oficina, o en un aula, o en un local de ropa, de comida, etc, y la paso mal porque no disfruto lo que hago, entonces TODOS, repito, TODOS tienen que pasarlo. ¿No querés que te exploten? No me interesa, yo tampoco disfruto esto y lo hago igual. Ese es el punto, pero a nadie le gusta aceptar que es una cuestión de ego. Ellos se conforman con el sistema en el que se criaron en cambio los que velamos por algo distinto somos la mierda de la sociedad. Pero lo peor no es eso, lo peor es traer un hijo al mundo para después esperar con ansias la bendita hora de echarlo a la mierda porque ya no es chiquito y adorable y no te apetece mantenerlo. Perfecto, ¿A quien se le ocurre traer un ser vivo humano a Argentina? Literalmente condenados a trabajar en negro o estudiar e irse del país. Porque incluso después de estudiar tanto tiempo, recibirse y cobrar bien, la inflación nunca deja de crecer hermane.
Tal vez generé una especie de deseo a ser un niñe libre otra vez, sin preocupaciones ni tantos pensamientos dubitativos acerca de todo. Pero que paja me da pensar que siendo ignorante la pasaría mejor. Y entiendo que huir de mi casa fue ir demasiado lejos, pero seguir con un entorno tóxico que realmente estaba harto de mi no me dejaba muchas opciones. Vi la oportunidad de vivir con mi mejor amigo y la tomé, porque al menos con el joseo tuve algo como para acomodarnos y tener lo mínimo para subsistir en ese monoambiente.
Los primeros meses fueron leves pero luego del cuarto mes comprendimos que algo de dinero extra tenía que entrar, puesto que él estaba a la vez intentando pagar un año completo en la escuela de diseño y la money que le pagaban en la estación de servicio no era suficiente para eso más expensas. Así que fue cuando comencé a buscar trabajo como loca, porque perder ese lugar que nos costó conseguir y mantener sería el peor error de mi vida.
Apliqué para muy pocas entrevistas, pero cada vez que me veían desistían de volver a llamar. Tal vez por los tatuajes en todo mi cuerpo que, por alguna razón desconocida, gritan «ÉSTA MINA ES UNA DELINCUENTE» o «ACABA DE SALIR DE LA CÁRCEL», y de todas formas si fuera real la segunda opción deberían considerar darme el empleo como a cualquier ciudadano, si siguiera en la misma que estaba antes de la cárcel probablemente siquiera intentaría buscar trabajo. Pero en fin, la gente maquinea demasiado el coco y al final flashan y alucinan más de lo que deben porque están demasiado  sugestionados por el miedo impuestos por los medios masivos de comunicación. Pero ese es un tema para otra ocasión porque me voy por las ramas.
Fue gracia y obra de una fuerza mayor que me llamaran para trabajar en los pedidos, sin embargo fue una oportunidad imposible de desperdiciar. Esclavizarme por unos mangos y un poco de respeto de gente que no me interesa, tremenda oferta man.
¿Quiero decir con esto que a la vida venimos para perseguir dinero y respeto? ¿O tal vez es que es necesario tener algo en el bolsillo para que tu entorno te respete?, ¿eso no se llama interés? El respeto se gana, en teoría, siendo respetuoso también. No es cuestión de papeles ni títulos, ni mucho menos edad. Si alguien es irrespetuoso no tiene ninguna de estas cosas para atajarse, "soy tu jefe, respeta mis decisiones", ¿y? te respeto todo lo que quieras pero poneme en blanco chabón, quiero un seguro médico, indemnización, vacaciones, vida. No es irrespetuoso exigir lo que uno merece, no es irrespetuoso exigir el mismo respeto que das. Jamás.
Como cuando por vivir bajo el mismo techo que los viejos de uno, tenés que  bancarte que te bardeen cada vez que se les cante el orto pero pedir que te respeten es una falta de respeto.

La plata es el único papel que rompió más vínculos en la historia del mundo

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La plata es el único papel que rompió más vínculos en la historia del mundo. La necesidad afecta la psique de cualquiera. 

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⏰ Última actualización: Oct 08, 2021 ⏰

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