¡Soy Perra, la Puta del Héroe del Escudo!

Capítulo 1

Advertencias: sexo, desnudez, violencia, consentimiento dudoso, castigo, sadismo, esclavitud: lo habitual

Además, muchas cosas de Maestro-Esclavo aquí, en caso de que no fuera obvio.

Alguien comentó en BitchSlayer que realmente no les importa todo lo que no tenga que ver con la reunión de Malty o Malty y Naofumi. Y tengo que decir que estoy de acuerdo. Pero no puedo simplemente escribirlo así (entonces no habría una historia). Obviamente, habrá un punto en la historia en el que se unirán oficialmente, pero falta un tiempo. Entonces se me ocurrió esta premisa ... y realmente me gusta. Basta decir que rara vez estarán separados en este fic. Las historias pueden parecer similares, pero esta irá en una dirección muy diferente, tanto para la trama como para los personajes. También estará más centrado en Malty y se mantendrá más cerca del canon.

Raphtalia y Filo todavía estarán en la historia, pero no estarán en el grupo de Naofumi.

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Lleno de un odio profundo y ardiente, Naofumi lo fulminó con la mirada, dejando que su mirada se deslizara a través de la sala del trono donde él, injustamente, había sido profesado como un paria y un criminal.

Estaba acabado.

Hecho con este mundo, hecho con el Rey, hecho con Motyoasu, Ren e Itsuki. Entonces todos se habían vuelto contra él, ¿eh? Solo porque él era el Shielder. ¡Ni siquiera lo habían intentado! Por el contrario, todos habían hecho todo lo posible para condenarlo al ostracismo y degradarlo, sin siquiera darle una oportunidad o intentar ayudarlo. Y ahora Motoyasu y Myne habían hecho este plan para robarle todas sus cosas y pintarlo como el perpetrador ...

Bastardos.

Este mundo podría arder por todo lo que le importaba. Y ella , había un lugar especial en el infierno para ella . ¡Esa perra !

Naofumi sacó las 30 monedas de plata que había escondido en su Escudo y se las arrojó al traicionero par. El dinero resonó ruidosamente en el suelo de piedra cuando aterrizó ante sus pies. "¡Ahí! ¿No es esto lo que querías?"

Motoyasu parecía desconcertado, pero Naofumi lo ignoró, se dio la vuelta y salió de la sala del trono. No tenía tiempo para sus palabras condescendientes y sus juegos mezquinos. Ahora que todo el mundo lo odiaba y sin recursos, necesitaría cada minuto para nivelar. Haría su parte, y cuando lo hiciera, estaría fuera de este mundo de mierda.

Naofumi se detuvo. Allí, a la entrada de la sala del trono, había una figura envuelta en una capa. Una elegante máscara plateada cubría sus ojos, visible a la sombra de la capucha levantada sobre su cabeza. La figura era distintivamente femenina: cabello negro, liso y largo hasta la barbilla que enmarcaba rasgos delicados. Una pequeña porción de piel cremosa quedó expuesta en sus muslos, el resto cubierto con un uniforme negro que sostenía algunos reflejos dorados, o por la capa.

La habitación se había vuelto silenciosa, la atención de todos estaba puesta en el recién llegado. Dio un paso adelante.

¡Un asesino! Naofumi se tensó, listo para defenderse con su Escudo. Observó a los guardias que lo flanqueaban, planeando su ruta de escape. Curiosamente, los caballeros también parecían desconfiar de la figura, mirando ansiosamente entre ellos, las armas sostenidas con incertidumbre.

Dio otro paso hacia adelante, luego otro ... y pasó junto a Naofumi. Dejó escapar un suspiro de alivio y observó cómo la figura caminaba con pasos decididos y silenciosos por la habitación. La gente le hizo espacio. Se detuvo frente al Rey y se arrodilló, haciendo una profunda reverencia.