3 - ¿Caballeros?

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Allison se encontraba recostada en su cama, observando el techo de su habitación. Todavía no terminaba de procesar lo que había pasado hacía una semana.

—Recapitulemos—se dijo así misma, moviendo su manos de forma inquieta—. Me encontré con una loca con máscara, esa misma chica intento matarme. Después, un chico con pelo de zanahoria me salvó y se puso una armadura rara...—ahora que lo decía en voz alta, ella misma pensaba que estaba loca—. Una persecución más tarde, terminamos cayendo de la terraza de un  edificio...—hubo un intenso silencio por unos minutos—. ¿En serio no perdí la cabeza?

Luego de ese accidente, ambos adolecentes habían sido trasladados al hospital. Era un milagro que sobrevivieran luego de haber caído a tal altura. Lo más sorprendente, es que el cuerpo del muchacho la amortiguara al punto que casi no tenía ningún rasguño.
Aunque para Allison, era verdaderamente una gran sorpresa que el caballero se recuperará tan rápido. Según los médicos, él debió morir con la cantidad de sangre que perdió, sumado a los golpes provocados por la caída. Sin embargo, la resistencia que su cuerpo presentó fue inmensa, como si estuviera preparado para algo así.

—Un caballero...—murmuro contemplando el collar que los enfermeros le dieron—. Estoy segura de que la armadura lo salvó, pero desapareció casi a los segundos que tocamos el suelo...—hablo sola—. No iban a creerme, ¿Guerreros con armadura peleando por un trozo de oro? Si, claro...—bufó.

( . . . )

Se estaba preparando para ir de visita al hospital, puesto que el pelirrojo habia despertado.

—Bien, ya estoy —se miro al espejo, acomodando su flequillo y verificando que sus trenzas no estuvieran mal hechas.

Tomó una mochila amarilla pastel y la cargo con algunas cosas. Luego salió de su casa encaminada al hospital. Pensaba que tan prudente sería ir a verlo después de lo ocurrido, sin embargo, se estaba dejando guiar por su instinto de idiotez.
Al llegar al edificio no tardó en subir las escaleras para llegar a la habitación del chico, pero se detuvo al tocar el picaporte, meditando su desición una última vez.

—Con permiso —dijo antes de entrar a la habitación.

Observó el interior de lugar, aunque su mirar se clavo en el jóven que se encontraba sentado en la cama, observando por la venta. Cuando oyó la puerta abrirse, dirigió sus ojos a la chica.

—Ah, eres tú...

—Hola—saludo un tanto incómoda. No sabía bien cómo dirigirse a él—Emh...—busco algo en el bolsillo de su chaqueta—Esto te pertenece—le extendido aquel collar con el emblema del pegaso. El chico acepto el collar y se miraron a los ojos. Se sorprendió un poco al notar que los orbes ámbar de él eran casi dorados.

—Gracias—contesto un poco seco y apartó la mirada—. Disculpa pero...¿Cómo te llamabas?

—Ah, nunca te lo dije —trago saliva nerviosa—. Me llamo Allison...¿Tú cómo te llamas?

—Touma...—contesto en un tono bajo.

Sin dudas el ambiente entre ambos era demasiado tenso. Ninguno sabía bien de que hablar con el otro, ni siquiera se atrevían a mirarse por más de unos cinco segundos. Permanecieron de esa forma hasta que Allison se animó a abrir la boca.

—Tengo muchas preguntas —dijo, quizás siendo muy directa, tampoco espero a que el le contestara—. Primero, ¿Qué es lo que e-?

—Alto—la interrumpió súbitamente—. No puedo responder ninguna de tus dudas, tampoco me interesa mucho hacerlo—dijo olvidándose de los modales. Su tono de voz altanero solo logro molestarla un poco —. Fuera de eso, tu todavía tienes algo que me pertenece...

Awakening「Saint Seiya AU」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora