— Won, Wonwoo...
Poco a poco, con pereza, abrí mis ojos, lo primero que ví, fue a Mingyu parado a un costado de mi, con su mascarilla puesta y de brazos cruzados de forma arrogante, pero sus ojos preocupados, observandome, era como una vista misericordiosa, la luz del sol, se colaba por la cortina blanca detrás de él y mis ojos aún dislumbraban el aura tornasol alrededor de él, comencé a visualizar todo, los papeles pegados sobre la pizarra de corcho en la pared, todos tenía colores, el horario sobre un escritorio, tenía colores flourescentes.
— ¿Sus ojos están temblando por la oleada de color?. -pregunto Mingyu mientras se inclinaba sobre mí , observandome por completo, acercando su dedo hacia mis párpados...
— No estoy segura. No puedo decirlo con seguridad.
Giré mi cabeza hacia la voz femenina, al otro costado, se encontraba la enfermera de la escuela, sonriendo para mi, con su bata blanca, pulcra, mientras en su mano traía una carpeta y anotaba cosas irrelevantes.
— Kim, estoy emocionada, es la primera vez que soy testigo de algo como ésto, nunca había tenido un Mono ante mi, es fantástico...
Se inclino sobre mi, mientras me miraba con asombro y emoción, sus ojos deslumbrando y aún podía distinguir los colores, su cabello ligeramente atado en una pequeña coleta, era color chocolate, sus mejillas sonrojadas, de un bello carmín y sus ojos eran azul grisáceo. Podía distinguir, podía distinguir el bello color rosa palo que su suéter tejido tenía, así como la piedra de sus pendientes de color índigo, todo era exorbitante, cada color era hermoso, si todo esto era posible, con una simple mirada conectada a Mingyu, entonces estaba dispuesto a no perder ésto, está oportunidad de ver el mundo en su color, tan real.
Mierda, ese mismo pensamiento era el que todos los Monos tienen al conocer a su Probe, el no querer que se vayan de tu lado, por el simple egoísmo de ver el mundo a color... Y ante ese simple pensamiento volví a cerrar los ojos, por miedo de ver la realidad, grisácea y poco cálida, o quizá el miedo de ver a Mingyu y tener el deseo de mantenerlo a mi lado, hacer que sea mi Probe y de nadie más, llevarlo a casa, dejarlo ahí, ver la televisión, la comida, las paredes de mi casa, mis suéteres, el empastado de mis libros, el jardín detrás de mi cuarto y mirar, mirar por horas el cuadro que papá había pintado de mamá, saber el color que la cinta sobre el cabello de mamá poseía, quería verlo todo, quería ver mi mundo, incluso lo más simple ser coloreado a través de los ojos de Mingyu.— Pero estoy en lo cierto Doctora Jen. Es la prueba de que está experimentando una oleada de color.
— Pero que cosas dices Kim, se un doctor si estás tan seguro de ello... — Mira, justo ahora, necesito salir a recoger algunos materiales así que vigila a este chico por mi, está bien?. —Ah, llámame si se le salen los ojos o está a punto de morir.
—Entiendo.
Mingyu suspiro mientras miraba a Wonwoo acostado sobre esa camilla, tensaba sus párpados y tenía la boca hecha un pucherito.
— Jeon Wonwoo, puedes abrir los ojos.
Realmente no quería, abrirlos y tenerlo ahí, mis ojos ardían, pero era una sensación que jamás había experimentado, era distinta, había temor y dolor, pero una vista hermosa llena de color.
Sino lo veo quizá se vaya, así que mantuve mis ojos un poco más de tiempo cerrados.
— ¿Que pasa Jeon?. -dijo Mingyu, mientras sentía como la camilla se hundía un poco sobre mi costado.
— ¿Ahora piensas que deberías tenerme contigo en casa?.-suspiro podía sentir su rostro pegado al mío.
— No me opongo a la idea, eres bonito, podría vivir lo que me resta de vida, mirando tu rostro.
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EL COLOR A TRAVES DE TUS OJOS - MINWON
RandomJeon Wonwoo, ve el mundo solo en luz gris gracias a su acromatopsia. Pero todo cambia cuando conoce a Kim Mingyu, su amante destinado, que le hace ver los colores de repente a través de experiencias intensas.