El noveno escuadrón || Grimmichi

A Corazón Abierto

Cercano a los jardines de la división trece se podría observar una pequeña propiedad separada del edificio general, era el lugar donde solía dormir el capitán de dicho escuadrón, Ukitake Jushiro.

-Mmmm Jushiro ¿Estas despierto? - con una voz suave el capitán del octavo escuadrón Kyoraku llamo a la puerta.

Del otro lado se pudo escuchar a alguien tosiendo y una débil voz contesto -Si, puedes entrar- el shinigami de cabello castaño encontró a su pareja envuelto con la colcha de su futón -Disculpa Shunsui, estoy seguro de que llevo medio día dormido- sonrió y el castaño se acercó para depositar un beso en la frente de su pareja.

-No te preocupes- le devolvió la sonrisa- ¿Seguro que aguantaras la reunión de esta noche? Porque podemos quedarnos acostados todo el día y créeme que me encanta esa idea- empezó a llenar de besos el rostro de su amado haciéndolo reír en el acto.

-¡Shun! Basta- intento parar los besos- Eso podemos hacerlo otro día aparte quiero aprovechar para festejar a Kuchiki- ver sonreír a Ukitake le daba vida a Kyoraku a pesar de que estaba enfermo todo el tiempo sonreía y era amable incluso con la gente más problemática.

-Eres un ángel ¿lo sabias? - El castaño deposito otro beso en la frente- Cambiando de tema, ¿sabías que el capitán de la novena división asistirá?

-¿Jaegerjaques? Eso es increíble- Ukitake se alegró, después de invitarlo varias veces aquel rebelde capitán asistiría a su fiesta por fin- Me pregunto que lo habrá hecho cambiar de opinión.

-Quien sabe, es joven no sé por qué se aísla tanto de la gente- Hablo el castaño quitándole importancia y dispuesto a recostarse junto a su pareja.

-Si es bastante cerrado pero tal vez solo necesite un pequeño empujón para convivir, podemos conocerlo mejor.

Ante el comentario de su pareja Kyoraku rio, Ukitake era tan amable que siempre intentaba llevarse bien con todos en el sereite, no importa si se trataba de la bestia de Zaraki, el loco de Mayuri o una persona tan fría como Byakuya. Él encontraba la forma de acercarse a la gente.

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En otra parte Hisagi se encontraba caminando sobre las calles del Sereite dirigiéndose a los cuarteles del sexto escuadrón, la última vez que se reunió con sus amigos para beber Renji dio la noticia de que lo habían transferido de escuadrón, noticia con la cual no se veía muy feliz pero no podía negarse aunque todos sabían el porqué de su molestia, pero nadie se atrevía a decir palabra sobre ello, era algo que Renji debía resolver por sí solo y sin embargo eso no significaba que sus amigos no lo apoyarían para hacerlo sentir mejor.

Al llegar a los cuarteles se encontró con su amigo quien ya se encontraba vestido con un kimono blanco y estampado de flores rosas, listo para partir a la fiesta.

-¡Hisagi-san!- saludo el pelirrojo

- Abarai veo que ya estas listo para esta noche.

-¡Por supuesto! Necesito alcoholizarme - El pelirrojo frunció su ceño- Esta semana ha sido pesada.

Habían pasado un mes desde su transferencia al nuevo escuadrón, la convivencia con sus compañeros no estaba mal y disfrutaba dirigir el entrenamiento matutino con ellos, pero incluso con eso seguía sin soportar la presencia de su capitán, por ser un soldado de aquel escuadrón se supone debía compartir aquel espíritu de compañerismo con él simplemente no podía, verlo cada mañana le hacía sentir un malestar en su corazón y eso le estaba pasando factura pues emocionalmente lo hacía sentir cansado.

-Bueno el capitán Kyoraku estará ahí así que es seguro que no va a faltar alcohol.

- Por lo que he escuchado el capitán Kyoraku toma bastante así que sería difícil seguirle el ritmo, aunque el alcohol no me afecta tanto como a Ichigo - El pelirrojo se burló mientras recordaba aquella ocasión que tuvo que llevar casi arrastrando a su amigo.