El noveno escuadrón || Grimmichi

Heridas

La noche se sintió casi eterna para Ichigo y como se imaginó, no descanso nada gracias a su nulo intento de procesar todo lo vivido en sus últimas horas. No obstante, y para sorpresa suya, la mañana junto a su capitán se desarrolló normal, Grimmjow cumplió su palabra de levantarse temprano para comenzar la búsqueda de los quincys.

En parte odiaba esa actitud de su capitán, la noche anterior lo había estado casi manoseando y ahora se encontraba como si nada hubiera pasado, serio y centrado en su misión, ¿De verdad cumpliría con su palabra de continuar ese asunto hasta regresar a la sociedad de almas?

Mientras, en el otro departamento, el capitán de la sexta división se encontraba en la sala tomando una taza de té, no era una excelente bebida, pero al menos se podía consumir y lo más sorprendente, volvió a ser preparada por su terco compañero.

La conversación de la noche anterior, a pesar de que fue un poco tensa aliviano de cierta manera ambos hombres, el gesto de Renji podría interpretarse como una señal de tregua si él quisiera, pero el pelirrojo seguía obteniendo muchas dudas y pocas palabras por parte de su capitán.

El pelirrojo se acercó con una taza para sí mismo y se acomodó en el sillón opuesto a donde estaba su capitán, contemplo que su boca estaba hecha una mueca "Por supuesto no es algo tan fino como lo que está acostumbrado"

—No tiene que beberlo si no le gusta.

No recibió respuesta, el noble solo dejo la taza en la mesilla y sacó su celular (dispositivo proporcionado por el departamento de investigación) para buscar alguna actualización de los fugitivos.

Pasaron unos minutos sin decir nada y el silencio empezó a ser insoportable para el pelirrojo, así que volvió a su búsqueda de respuestas.

—Podría contestar la pregunta que le hice anoche.

—No recuerdo la pregunta— La vista de Byakuya no se desvió del dispositivo.

—Dijo que quería probarme... ¿A qué sentido se refiere?

—...

De nuevo no recibió respuesta, pero antes de que pudiera quejarse su charla se vio interrumpida por la presencia del otro escuadrón.

—Nos vamos al sur— demando Grimmjow mientras se dirigía al capitán al noble — Estos dos irán al norte.

El hombre de cabellos largo, miro de reojo al capitán rebelde, por su puesto, no acepta órdenes porque sí, pero al ser él que más conocía a los quincys que iban a cazar, decidió aceptar la propuesta.

—Recuerden utilizar los gigas y llevar sus Gikon.

Y sin más los dos superiores dejaron solos a sus subordinados, Renji se relajó en el sillón intentando sacar toda la tensión que había acumulado desde anoche mientras Ichigo solo observaba fijamente el suelo, se veía muy raro para Renji.

—¿Tú qué traes?

—Nada...

Renji levanto una de sus tatuadas cejas, estaba claro que su amigo traía algo entre manos, y recordó como fue arrastrado por su capitán la noche anterior.

—¿Qué? ¿Acaso la pantera te comió la lengua?

Ichigo no puedo evitar recordar las carias de su capitán ante su mención y pudo sentir como su cara se coloraba por la vergüenza.

—¡Cállate!— contesto rápidamente nervioso, se acercó para darle un golpe en el hombro como respuesta— Ponte el gigai.

A veces Renji no entendía a Ichigo.