Venganza

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Todo el mundo asistió a la tumba de Pikachu que habían improvisado Scorbunny y Grookey. Lo cierto es que para haber sido tan precipitado, no les había quedado tan mal. Además de los dos amigos, habían asistido Miltank que parecía en shock y que apenas dijo nada, Blastoise, e incluso Litleo. Quien no asistió fue Eevee, que permanecía a lo lejos, oculta detrás de un árbol. Ella estaba demasiado horrorizada, sabía que Luxio había sido quien lo mató, entendió que en parte fue culpa de ella y que siempre, al lado de aquel odio que sentía por aquella “maldita rata” como le llamaba ella, un amor herido permanecía escondido en aquel sufrido corazón. Tenía que arreglarlo, tenía que hacer algo… Compensar todo lo hecho… Tenía que matar a Luxio, lo único que se le ocurría. Cuando todos abandonaron el lugar, Eevee aprovechó para aproximarse. Se puso en frente de la roca que servía de lápida a Pikachu.

Eevee: Otra vez me abandonas ¿eh? maldita rata…  Quiero decir que no eres… eras… perfecto, pero no merecías esto. Odio ser incapaz de dejar de amarte y odiarte a partes iguales, de hecho me odio, odio todo. Sigo estancada, sigo en el momento en el que me abandonaste, en el que descubrí tu promiscuidad, me sentí traicionada… En fin, no sé para que te cuento esto ahora, ya estás muerto.

La eevee se fue con un profundo pesar, a pesar de sentirse cansada, tenía que buscar fuerzas para matar a aquel hijo de p*ta. Buscó por los lugares que solían frecuentar durante su relación, pero no estaba en ninguno de ellos. Estaba claro, que no iba a ser tan fácil encontrarle, así que decidió hacer una pausa a la tarde para visitar el lugar donde ella y Pikachu se conocieron, frente al mismo árbol. Irónicamente, allí estaba Luxio, o mejor dicho Luxray, era la primera vez que lo veía así.

Eevee: Mira quien tenemos aquí… ¿Qué haces? ¿Planificar tu siguiente asesinato?

Luxray: No, pensar.

Eevee: ¿Y por qué aquí? Este es el lugar…

Luxray: Lo sé, Eevee, quiero decirte que me arrepiento de haberte conocido y que me has arruinado la vida…

Eevee: Yo no lo maté.

Luxray: Quizá no, pero sabes lo fácil que es confundirme, sabes lo repugnantemente dependiente que soy… y directamente me incitaste a ello. Lo lograste, maté por ti y ahora me odias, por hacer lo que hiciste que pensara que debía hacer…

Eevee: Yo no… Luxio… digo, Luxray, ¿Me amas?

Luxray: Siempre.

Eevee: Déjame acabar contigo.

Luxray: Entiendo, sigues haciendo lo mismo, primero Pikachu y ahora quieres que muera yo… ¿Te das cuenta de lo repulsiva que eres? ¿Harás lo mismo en un futuro? ¿Te volverán a romper tu corrompido corazoncito y buscarás a alguien mentalmente débil que lo mate y luego harás como que estás consternada y lo matarás como venganza? ¿Te das cuenta de lo absurdo que es?

Eevee: ¡Cállate! No te laves las patas, eres tú quien lo mató ¡Mataste al único pokemon que amé de verdad!

Luxray: No lo hago, temo vivir con este maldito sentimiento de culpabilidad, en fin, imagino que lo harás tú también.

Luxray se dio la vuelta y comenzó a caminar, ya había tenido suficiente. Eevee no podía dejar aquello así, debía cumplir su objetivo, era lo único que podía hacer por el fallecido Pikachu. Eevee observó su entorno, encontró un palo acabado en punta, lo suficientemente punzante como para atravesar un pokemon como Luxray. Lo atrapó entre sus dientes y corrió hacia Luxray, se puso a un costado rápidamente, el pokemon eléctrico no actuó en consecuencia y la estaca se adentró en él. Este cayó de costado y Eevee se quedó paralizada observando al moribundo pokemon.

Luxray: ¿Contenta? ¿Conseguiste lo que querías?

Dicho aquello Luxray murió.

Historia Pokefilica Y Poco MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora