Historia Pokefilica Y Poco Más

El entierro de Pikachu

Los dos amigos se derrumbaron al descubrir que, en efecto, el cuerpo de pikachu yacía en aquel lugar semi-boscoso y apartado, bajo tierra. Lo desenterraron entre los tres, Grookey, Scorbunny y Slurpuff, el cuerpo de pikachu no estaba en el mejor estado, tenía un ojo más abierto que el otro y completamente blanco, las fauces abiertas y el pelaje endurecido por el barro.

Scorbunny: Areuz… no ez pozible.

Grookey: … ¿Quien pudo hacer algo así?

Estaban llorando como nunca, Slurpuff sabía que no debía haber aceptado aquel trabajo, aquel tipo de casos solían tener un final trágico.

Slurpuff: Será mejor que lo enterréis, no sé, haced una tumba… yo debo irme, lo lamento.

Grookey: P-pero ¿Qué pasará? ¿Qué se supone que debemos hacer después?

Slurpuff: Lo sucedido no tiene solución, pero lo denunciaré a la brigada Arca, ellos se encargarán de investigar al culpable y de que se haga justicia según las leyes de los pokemon.

Scorbunny: No te vayaz… ayudanoz a dezcubrir que pazó….

Slurpuff: Lo siento, no puedo… dejé de hacer este tipo de casos, pero la brigada Arca podrá darle caza. En fin, siento mucho vuestra perdida.

El slurpuff se dio la vuelta y comenzó a alejarse con desgana, como si fuera a dejarse caer al suelo en cualquier momento. La vida podía ser de lo más cruel, o siempre lo era.

Scorbunny y Grookey grabaron unas palabras para su fallecido amigo en una roca con una pequeña piedra más o menos afilada. Como no se les ocurría nada mejor que poner, las palabras que eligieron fueron “te queremos Pikachu, tus amigos”. Pusieron la roca encima del lugar donde estaba enterrado.
Por la noche, horas después, se acostaron juntos en la cama mirando al techo.

Grookey: ¿Crees que hay algo después de la muerte?

Scorbunny: Puez no zé…

Ambos pokemon se abrazaron y comenzaron a llorar juntos por un cuarto de hora hasta que se cansaron y mantuvieron sus miradas, se besaron y, por muy extraño que pudiera parecer, iniciaron una relación sexual.