El estado semi-afonico

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La muerte de mi padre me tomo de sorpresa, no sabia que hacer, cuando me animaba a decirle lo que sentía claro y bien a Irán. Maldita muerte por que te llevaste a mi padre.

Como sea ya lo hiciste, y no me tiene que afectar por ahora, debo ser fuerte para mi madre y mi hermanao. En fin, no se como lo logre pero termine la primaria, en mi graduación me imagine a mis padres animandome en todo y viéndome, pero mis planes ya habían cambiado, creo que fue el dolor mas fuerte a esa fecha que e sufrido, digo eso por que pronto llegaría un dolor aun mas fuerte (según yo): el amor de secundaria.

Al entrar a la secundaria todo era muy alegre al principio, pero al pasar el tiempo todo cambio para mal, lo que había sufrido en la primaria lo volví a sufrir, pero si antes eran solo palabras, ahora no era solo eso, si no que también golpes, desprecio, abuso total en pocas palabras.

Recuerdo la cara de Irán en todo lo que hacia, pero aparte de verla en todos lados, mi cara y recuerdos se fueron borrando al mismo tiempo que veía a mis nuevas compañeras de salón en especial a 2 de ellas (se podría decir que 3 pero no le tomaba mucha atención a la tercera), les tome muy poca importancia, solo me acuerdo de sus nombres y como eran: Mariana una pequeña compañera con una cara tan hermosa que pareacia (para mi en ese entonces) mas que un ángel, y la otra Carolina, pero tenia algo que no me podía sacarme a Irán, su cabeza, un poco redonda, cabello lacio, obscuro y con una sonrisa que me quitaba el sueño literal.

Como era costumbre, mi maldita timidez, mas aparte la muerte de mi padre, no me permitieron decírselo directamente a ella, tambien que e sido muy nervioso, y con una timidez que odie con todo mi ser, por que no me dejo hacer nada.

En un día normal, me encontraba sentado a una jardinera (ya que la secundaria tenia aproximadamente entre 1 a 2 jardinaeras por salón) frente a mi salón, aun pensando en lo que me había pasado meses atrás, de repente miro a los lados y 2 chicas (un año mayor que yo) se me estaban hacercando, no se para que, lo único que pude hacer ese momento era el ocultarme en el baño, y lo hice, algo tonto o completamente tonto, pero lo hice. Esto se repitió como 3 o 4 veces. A la ultima vez me escondi dentro del salon, un buen compañero llamado Yael que se encontraba alli me miro y me dijo:

-¿Que haces?-

A lo que tonteste: -no estoy muy seguro, pero creó que le gusto a unas chicas y parecen que son de 2o-

-¿Le gustas a unas de 2o? ¿En serio?-muy sorprendido.

-Eso parece- respondi muy extrañado -¿Por que?-

-Piensalo, si eres novio de una mas grande que tu, te puede ayudar a que eleves tu nivel social en la escuela, no seas estupido y diles que si-

Con todo eso me quede pensando muy seriamente, y llegue a la conclucion que si lo necesitaba de alguna forma, así que acepte. Justo cuando se lo hiba a decir a las chicas ellas ya no aparecieron, supongo que por tanto que las rechace, bueno fue lo mejor que me pudo haber pasado en la vida.

Nunca le pude decir ni a Mariana ni a Carolina que me gustaban, pero consegui que se volvieran mis amigas, luego con esa confianza que tenia, esa misera pizca de fortaleza le hable a todo el salón (por lo menos a la mayoría), me impresione que le hablaba a mas de la mitad del salon,era algo increíble porque no creía que alguien me pudiera hablar tranquilamente, tener una conversacion estable. A partir de ese momento me decidi a acompañar a Mariana a su casa, pero ella no lo acepto. Pero aun así si la acompañába y platicaba con sus amigas no podía llenar el vacío que se hallaba dentro de mi, era muy frustrante por que no sabia si esto me ayudaría en algo o simplemente era una escusa para cubrir el trauma que recibí por el hecho de mi padre. No lo sabia pero estaba decidido a descubrirlo como fuera.

La voz del silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora