Martes ardiente

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Fue una tarde de "Estudios", en serio que eso tenía planteado hacer, pero sus apetecibles labios, su forma de mirarme y moverse tentarían a cualquiera... solo deseaba probarlos, aunque mi experiencia fuera nula.

Fue un martes, donde había invitado a tres personas a mi domicilio para pasar un buen rato, lamentablemente o afortunadamente solo pudo llegar él y en mi pensamiento tan cerrado y aburrido, jamás pensé que fuéramos a hacer algo más que hacer los deberes o estudiar, pero de igual manera sucedió...

Todo fue después de que no cancelara de forma definitiva que él viniera, así que llegó a partir de las 4 de la tarde y hubo todo un relajo.

El me dijo que iba a traer algo con lo que entretenernos y comer, por lo que trajo lonchys y al intentar prepararlos me di cuenta que la cocina no estaba conectada y en ese tiempo llegó mi primo, dejando la única opción de encerrarlo en el baño del cuarto de estudio con mi primo afuera de allí, por lo que cuando salió un rato mi primo, me vi obligada a llevarlo al cuarto de mis padres, quedando de nuevo atrapados por la presencia de mi tío, por lo que tuvimos que estar dos capítulos de The 100 allí hasta que pudimos salir al departamento de al lado de manera segura.

Allí es que ya comenzaron las partes que más les interesa, saqué todos los materiales necesarios, pero al sentarme al lado suyo, por mi torpeza, al sentarme en el reposabrazos, por no medir la fuerza con la que me apoyaba, acabé sentándome en sus piernas, y en ese momento acabamos dándonos unos picos, ya que la tensión y la manera tan interesante en que me lo pidió, hizo que lo acumulado de antes pudiera dar rienda suelta a un poco de esas ganas que nos teníamos ambos.

Para evitar que alguien lo viese desde abajo, nos vimos obligados a ir a mi cuarto a seguir haciendo los deberes, por lo que al cabo de un rato terminamos conversando en mi cama y de un momento a otro ya me estaba enseñando a besar.

Lo más asombroso es que aunque lo haya intentado mi inexperiencia me incomodó un poco, ya que por mi torpeza acabamos chocando dientes, pero la forma en que me susurraba que me dejara llevar y que eso no importaba, me dio la confianza de soltarme más con él.

Después de un rato proseguimos a continuar con el deber de religión que teníamos pendiente, con besos ocasionales y un poco de coqueteo en medio, dejándome picada con la experiencia previa que acababa de vivir, pensé en si en verdad estaba sucediendo aquello estaba sucediendo en la vida real o solo era un sueño, supongo que debería haber disfrutado lo efímero de aquel momento.

En fin, al final, acabamos recostados en la cama, besándonos de una manera bastante erótica desde mi perspectiva; la adrenalina de saber que te podrían encontrar en cualquier momento era uno de los causantes de lo acelerado de nuestros corazones y aunque estábamos bastante excitados, el petting fue suficiente y la verdad me sentí bastante satisfecha.

Cuando estábamos explorando nuestras bocas, la sensación de hormigueo por todo el cuerpo comenzó, las ganas de sentir esas manos en zonas más excitantes, hacían que mis hormonas se volvieran locas, la manera en que en uno de estos besos, comencé a sentirme más confiada, pude saborear su lengua, no era nada de lo que haya experimentado antes, fue extraño, pero a la vez me sentía incitada a hacerlo de nuevo.

Posteriormente me preguntó que si quería probar otras posiciones, por lo que al escuchar eso, le dije que sí, y prácticamente quedé encima de él en ese momento, por lo que al besarnos, él comenzó a moverse, causando que el vaivén de sus caderas y su erección subieran más la temperatura e hicieran aquello más excitante en todos los sentidos, por lo que después de un rato, me giro y quedé debajo de él, dónde siguió besándome y mordiendo sutilmente mi labio inferior, haciéndome tener ganas de también morder sus apetecibles y besables labios con más ímpetu que antes, lo que su no pude evitar hacer, fue morder levemente su mentón, quería causar y probar un poco más de él, me pareció que en el clímax de emociones que en ese momento estábamos sintiendo, no habría problema, y me permitiría explorar un poco más aquello.

Lo más gratificante de esa experiencia fue oír sus suspiros ahogados, su respiración más fuerte y sonora, la manera en que se expresaba de mis labios, como se movía en ese ritmo y compás casi hipnótico y la forma en que acariciaba mi cadera, por lo que su original idea de hacer deberes fue bien acogida por mí... ¿Quién se imaginaría que hacer Religión sería tan excitante?

Aunque no conseguí un orgasmo ese día, estoy segura de que conseguí una interesante historia.

Este fue un sueño casi real, o... ¿sería en verdad real aquello?

Lo único que sé ahora, es que volverlo a ver, suena bastante emocionante y tentador, quisiera repetir y explorar nuevas cosas con él, ya sea en un sentido u otro...

Sueños Eróticos y Sucesos RandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora