29

389 49 12
                                    

Me siento en una mesa desocupada de la biblioteca, con mi mirada clavada en la entrada del lugar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me siento en una mesa desocupada de la biblioteca, con mi mirada clavada en la entrada del lugar. El chico de rizos una vez más está con Emma, quitándole el tiempo dedicado a mí, por lo que siento la necesidad de ponerme de pie y enviar a ese mojigato a la mierda, pero me voy a controlar, solo porque ella actuará como una loca si yo actúo como un loco. 

—¿Te puedo hacer compañía? —pregunta una chica de ojos azules.

—Está ocupado —le respondo.

—No veo a nadie aquí.

—Está por llegar —me encojo de hombros.

—Quizás te pueda acompañar mientras esa persona misteriosa llega —toma la silla para correrla.

—Va a llegar pro...

—Veo que no pierdes el tiempo —dice Emma.

—Llegó —le digo a la de ojos azules —Un gusto.

La chica desconocida mira con cierto desprecio a Emma, quien parece no inmutarse y luego gira sus ojos para finalmente desaparecer de lugar.

—Pensé que eras más puntual —me quejo.

—Pensé que venías a estudiar, no a coquetear —se sienta en la silla que hace unos segundos iba a ser usada por la chica de ojos azules.

—Ella se acercó —digo sin ninguna expresión —Porque al parecer me veía estúpido esperando.

—Solo fueron dos minutos.

—Si tantas ganas tienes de coquetear con el moreno, me avisas y dejamos esto para otro día.

—¿Actuarás así de insoportable? —pregunta con una ceja arqueada.

—Tal vez.

—Vete a la mierda, Andreotti —se pone de pie —No tengo la obligación de ayudarte, así que cuando cambies de humor me buscas.

Ni siquiera le respondo y dejo que se vaya. Hoy desperté con el pie izquierdo y que Emma prefiera estar en su ronda de coqueteo que cumpliendo con su compromiso de ayudarme me cabrea, me cabrea bastante.

Quizás pueda estudiar un rato solo, porque tampoco tengo ganas de soportar las sonrisas babosas de Alan por su chico de la guitarra, ni las bromas de Clemente, ni a Ava en su versión de moco pegote.

Reemplazar y usar la calculadora. No puede ser tan difícil.

═══════ ~ ◈ ~ ═══════

—Casi la atraviesas —dice Clemente haciendo referencia a la malla del arco.

Mañana es la final, así que estamos como locos entrenando, porque como el partido es a eso de las 4.p.m, no podremos entrenar antes de él, sino que solo calentar un poco. Por otro lado, tampoco corresponde en nuestro colegio, sino que en el del adversario, por lo que tampoco queremos mostrar nuestras estrategias antes de comenzar.

Las Notas De Bruno #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora