Izuku The Killer: El "héroe" de la imborrable sonrisa

¿Me recuerdas Amigo?

-¿Por qué Aizawa-sensei se tarda tanto?-

-Seguro se durmió por ahí-

-¡Esto es muy irresponsable viniendo de un héroe profesional!-

-Viejo, ¿hay algo que no te tomes tan enserió?-

-Tenemos a Bakugo que se toma todo a mal y Iida que se toma todo muy enserió-

-¡¡¿Tienes un problema conmigo cabello de incendió?!! ¡¡Shine!!-

-La clase 1-A, la cual ya había tenido su primer acercamiento con la muerte, se veía bastante bien.

Sus alumnos eran como siempre, no es que hayan olvidado lo que ocurrió, solo tratan de tomarlo como una experiencia, pues es lo que es.

Estaba claro que al entrar aquí tarde o temprano sus vidas estarían en peligro. Quizás nunca imaginaron que tan temprano sería eso, pero no podían hacer más que adaptarse.

Esta es la UA, y este es el mundo de los héroes.

Por otro lado, el mencionado Sensei de la clase 1-A, caminaba, oh más bien, se arrastraba por los pasillos dentro de su saco de dormir, mientras pensaba en que demonios quería Nezu de él ahora.

Lo último que supo fue lo que le mencionó el director en la anterior llamada, odiaba las sorpresas, Nezu lo sabía y aún sabiendo esto parecía darle sorpresas a propósito-

-Más le vale no llegar tarde-mencionó el maestro que ya llegaba a la entrada de la academia.

...

-¡Joven Midoriya alto!-

-¡Quieres avanzar!-

-Pero director, el semaf...-

-¡No importa! ¡Acelera o una multa será el menor de nuestros problemas!-

-El chófer con el mayor de las presiones, terminó acelerando y saltándose el semáforo en rojo, causando que otros vehículos se frenen bruscamente para evitar chocar y comenzando una serenata en conjunta con las bocinas de sus autos.

Por otro lado, All Might estaba sosteniendo al adolescente de piel extremadamente blanca.

De un momento a otro, a Izuku le había dado otro de sus ataques, causando que intentará saltar por la ventana del vehículo en movimiento y salir corriendo.

Su ídolo por suerte reaccionó a tiempo para sostenerlo, y ahora se aseguraba de sostenerlo fuertemente hasta que su ataque de ansiedad terminará-

-Este niño me dará un infarto y muchos problemas-suspiró el roedor mientras usaba su corbatita como abanico.

-Joven Midoriya, ¿estás mejor?-

-No, no, no, no. Debo volver, debo volver. Mamá debe estar esperándome en la celda. Si no me ve ahí se preocupará, no debe preocuparse-esas y más cosas repetía el peliverde.