LOGAN

13| Logan te necesita

Un fastidioso e insoportable ruido que entró en mis oídos, hizo que salga de mi profundo y hermoso sueño, despertándome de la siesta.

Mi celular sonando.

Mierda.

Lo dejé pasar y traté de seguir durmiendo, pero segundos después volvió a sonar.

Debe ser algo importante— pensé. Sino no insistirían tanto.

¿Y si son mis padres diciéndome que tuvieron un accidente? ¿Y si es Max diciendo que su cita, a quien conoció en Internet, en realidad es un peligroso asesino en serie? ¿Y si…?

¡Basta de especulaciones Kylie! ¡Atiende el maldito teléfono!

Decidí hacerle caso a la voz molesta de mi cerebro y estiré mi mano para tomar mi celular.

Lo agarré de la mesita de noche que reposa a un lado de mi cama, lo desconecté del cargador y el brillo de la pantalla choco con mis ojos que aún estaban tratando de abrirse.

Luché contra esa brillante luz y miré que en la pantalla estaba el nombre de Logan, atiendo sin dudarlo dos veces.

—¿Si? —pregunto. Del otro lado solo se escucha una respiración—¿Hola?

—¿Kylie, eres tú? —una voz mucho más aguda a la de Logan se escucha del otro lado de la línea. Era Bella.

—Hola pequeña. Si, soy yo. —respondo.

—Que alivio. —suelta un suspiro— Tienes que venir rápido por favor. Surgió algo.

—¿Qué paso?

La escucho llorar —Ven, solo eso.

—Tranquila Bella, dime donde te encuentras que voy por ti. —me levanto rápido de la cama— ¿Estas sola?

—Logan esta aquí, al igual que Ethan.

—Pásame a tu hermano. —le pido. Necesito hablar con él y saber porque la niña esta llorando.

—No puede hablar. Por favor, te necesitamos. Logan te necesita. —mierda, estoy comenzando a asustarme más de lo que ya estaba. Mi corazón va a mil por segundo.

—Bien, dime donde están.

—No lo sé, hay árboles y está lloviendo, Kylie. —vuelvo a escucharla llorar— Hace mucho frío.

Corrí la cortina de mi habitación y efectivamente estaba lloviendo. ¿En qué momento el día se volvió tan feo?. —Bueno pequeña tranquila. ¿Sabes sacar una foto?

—Si.

—Mándame una donde se vea lo mejor posible el lugar y voy enseguida.

—Gra-gracias. —su voz se entrecorta debido al llanto.

—No llores más pequeña. Ya voy para allá.

Colgamos el teléfono y automáticamente me visto con lo primero que encuentro. Busco unas cuantas toallas en mi baño para poder llevárselas a los niños y a Logan.