Era el cumpleaños de Harry, y Louis tenía el regalo perfecto para ese día, el rizado no se lo esperaba ni un poquito y eso era emocionante.
Se despertó temprano y silencioso para que su ahora pequeño esposo no se levantara de la cama antes de tiempo.
Bajó a la sala y sacó de debajo de un mueble la pequeña caja con agujeros y la abrió, soltando un suspiro de alivio cuando el regalo de Harry aún respiraba y se movía.
Tomó uno de los cupcakes que su madre le había preparado el día anterior y le puso una velita rosa encendida en el.
Subió cuidando que ninguna de las dos cosas se le cayera y empujó con su pie la puerta de la habitación.
Harry estaba sentado en la cama, frotándose un ojo con el puño cerrado y todo adormilado, con los rizos por todas partes en la cara y lo miraba con cierta confusión, apostaba a que no sabía ni que día era.
— Lou...
— Feliz cumpleaños, mi amor.
Harry pareció tener un clic en su cabeza y se desperezo de inmediato, sonriendo en grande y lanzándose a los brazos de Louis.
— ¡Es mi cumpleaños!
— Si, eso me parece.
Le beso tiernamente los labios y le acercó el cupcake.
— Pide un deseo, amor.
El rizado cerró los ojos y después sopló la vela. No esperó ni un segundo más cuando el cupcake ya había sido devorado por el. Louis rodó los ojos divertido de la situación.
— Te tengo un regalo.
Harry lo miro con sus grandes ojos verdes.
Louis le limpio las migajas de la boca y le tendió la cajita. Cuando Harry la abrió pegó un grito de emoción.
— ¡Es un conejo! — Lo tomó con cuidado entre sus manos — ¡Me compraste un conejo!
— Todo tuyo, conejito — Le pellizco la nariz y vio a Harry frotando el conejo contra su mejilla.
— Es muy suave, lo quiero tanto. Se llamara Liam.
Louis hundió las cejas y aguanto la risa.
— Liam... Así se llama tu hermano, no seas cruel, bebé.
— No le diremos, además, ¡míralo! Es café y tierno, se parece a el.
Louis soltó una carcajada y beso a Harry, cuidando de no aplastar a Liam entre sus cuerpos.
— Te amo, Louis, muchas gracias.
— Te amo también, Hazz. Gracias a ti por aceptarme el resto de tu vida.
Harry soltó al conejo y se lanzó a los brazos de Louis, besándolo repetidas veces por quien sabe cuanto tiempo.
Louis le cumplió a Harry todos sus caprichos ese día.
Y todos los demás también.
𝐅𝐢𝐧.
ESTÁS LEYENDO
pink paws • larry short
FanfikceDonde a Harry le encanta usar el mameluco de conejito rosa que su novio le regaló.