𝟎𝟎𝟑

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Louis termina la llamada con su madre a la mañana siguiente. Se había desvelado en la madrugada cuidando a Harry por que como era previsto, había terminado con un fuerte dolor de estómago y vomitando a cada rato.

Claro que le había llamado a su madre aprovechándose de la situación para pedirle que no volviera a darle tanta azúcar a su novio a escondidas, sabiendo que el rizado no iba a negarse.

Harry estaba dormido en la habitación mientras el le preparaba una sopa con verduras para que le cayera bien al estómago.

Estaba mentalizado de que tal vez iba a complicarse un poquito el que Harry la comiera, pues no era un gran fan de las verduras cocidas.

Escucho unos ruidos en la planta alta y después unos pasos por las escaleras, sirvió sopa en un platito hondo y le sirvió ese jugo de arándanos naturales que al rizado le gustaba pero a él no por ser demasiado amargo.

Harry apareció en la cocina con una playera negra de Louis y unos calcetines altos, la noche anterior había ensuciado su pijama dos veces y no le quedó de otra que cambiarse.

— ¿Cómo te sientes? — Puso la comida en el mesón y se acercó a Harry para besarle la frente, estaba fresco y ya no tenía fiebre.

— Bien — murmuró — ¿Hay cereal?

Louis negó.

— Nada de comida chatarra, te lo dije ayer.

— Pero ya me siento bien. — Hizo una mueca cuando vio el plato con verduras frente a el.

— En la madrugada me jurabas que ya ibas a comer sano, solamente es cuestión que se te pase para volver a comer lo de siempre.

Harry no dijo nada más, la verdad era que aún le dolía un poco la cabeza pero no quería discutir.

— Te comes todo. — Le ordenó el ojiazul.

— No me gusta el brócoli.

— Todo, Harry.

Louis se acercó a besarle los labios en picoteo y aunque Harry se resistiera y le ladeara la cabeza sabia que le gustaba. Después se puso a picar carne para la hora de comida y más verduras, Harry rodó los ojos ante eso.

Louis vio el plato vacío en el fregadero cuando Harry se levantó a dejarlo. Echo la carne en un sartén, se limpio las manos en el delantal y luego lo tomó por la cintura, Harry no decía nada, sabía que estaba enojado por haber comido verduras y la situación lo divertía un poco.

— Sabes que te amo mucho ¿Verdad? Y que es por tu bien.

Harry acercó sus labios a los de él con una expresión seria, quería que lo besara pero no iba a pedírselo directamente.

— ¿Verdad? — Volvió a preguntar Louis.

— Si. También te amo Lou.

El ojiazul acunó sus mejillas en sus manos y Harry sonrió satisfecho cuando Louis lo beso, tan despacio y mordisqueando su labio inferior a su gusto. A Louis se le ocurrió algo.

— Harry...

— ¿Mmm? — El menor seguía buscando más besos de Louis.

— Literalmente, has estado viviendo en mi casa esta semana. — Le acarició la mejilla — ¿Por qué no lo hacemos oficial ya?

A Harry le brillaron los ojos y le latió muy rápido el corazón. Se enderezo para mirarlo.

— Quieres... Tu quieres ¿Que yo viva contigo? — Preguntó.

— Sabes que amo cuando te quedas aquí — Louis sonrió y le plantó otro beso tronado en los labios — Quiero que te cases conmigo.

pink paws • larry shortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora