ELLA ES MI HERMANO

Días difíciles, Naraku y Sesshomaru

Una fuerte ráfaga paso al lado de los chicos que discutían sobre lo vivido hace un momento con koga, cuando se dieron cuenta de la presencia de naraku y kagura, aunque oyeron que la anciana kaede les había avisado no fue suficiente ya que gracias a esa ráfaga inuyasha con su forma de chica cayó a unos cuantos kilómetros de allí quedando inconsciente, mientras que miroku, sango y kagome comenzaban un enfrentamiento con los recién llegados que iban en busca de los restantes fragmentos de la shikon.

-naraku, ¿Qué rallos quieres aquí?- dijo miroku para comenzar a pelear con aquel ser

- jajajajajaja veo monje que ya te has recuperado de nuestro último encuentro y sigues siendo muy prepotente- comento naraku para hacer enojar al monje

Kagome al buscar a inuyasha y no encontrarlo solo atino a dispararle una flecha a naraku que le roso en el rostro, y este muy enfurecido le dice a kagura que ataque de nuevo pero una nueva voz que para él no era conocida lo hizo girar encontrándose con la nueva forma de inuyasha, aunque naraku no la sabe se acerca rápidamente hasta él.

-déjalos desgraciado- inuyasha después de recuperarse de aquel ataque sorpresa rápidamente se incorporó pues quería sacar toda esa rabia que tenía al frente y que mejor que con el maldito que empezó todas sus desgracias.

-mira no más que bella mujer, pero tal parece que tendré que enseñarle a respetar, tratando de llegar hasta donde estaba inuyasha y darle un beso

-¿pero qué rallos?- inuyasha al ver las intenciones del malvado hanyo solo atino a sorprenderse y apartarse de él

¿Cómo?- todos los que estaban allí se sorprendieron por las actitudes de naraku

-suéltame desgraciado, y deja a mis amigos en paz- le grito inuyasha

¿No me digas que eres amiga de esos desagradables humanos y de inuyasha? que por otra parte ¿dónde está? , ¿Tal vez escondiéndose de mí?- se burló naraku sabiendo que eso enojaría a todos los presentes

-pero quien te crees, a mi....-

- inuyasha no está, no por miedo a ti, sino que está cumpliendo con algo que le encargo su prometida, la mujer que tienes al frente, aunque claro eso no te incumbe- le comento miroku para que ese desgraciado dejara en paz a su amigo que de seguro hubiera metido la pata al decir que él es inuyasha

-pero miroku tu....- inuyasha aún no podía creer que el monje siguiera con aquello, aunque sabía que lo trataba de hacer por su bien, el aun no le gustaba para nada

-eso es cierto, si inuyasha estuviera aquí ya te habría enfrentado desde el mismo momento que llegaste, pero como él no está, prepárate naraku para pelear- dijo kagome apuntándole con el arco y flechas

- no me hagan reír, ustedes unos simples humanos, nunca podrán con migo, pero viendo mejor esta hermosa mujer si podrá calmar mis ansias de placer- viendo a la yokai con una perversa sonrisa

- aléjate de mí desgraciado, no te atrevas acercarte- le dijo inuyasha un poco asustado pues esa mirada no le agrado para nada al hanyo

Todos sus amigos corrieron hasta llegar al lado de inuyasha que estaba hecho más que una furia pues ahora veía que no la tenía nada fácil teniendo esa apariencia y que ahora sus enemigos trataban de conquistarlo haciendo que cada vez fuera peor.

-lárgate, no tienes nada que hacer aquí- le grito inuyasha a naraku, aunque este solo miraba divertido aquella escena, pues ahora no solo queria acabar con todos esos humanos y quedarse con el resto de perla shikon, sino que ahora quería a esa bella yokai para calmar su lujuria