Sorpresas

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Inuyasha comenzó a despertar poco a poco sintiéndose muy cansado y un poco agotado aunque también sentía que estaba en algo muy suave, cuando abrió los ojos se dio cuenta que estaba en una cama y en un cuarto muy elegante, pero no supo cómo llego hasta allí, parecía como los cuartos de la casa de kagome aunque un poco más grande que la habitación de esta, él estaba en una cama con suaves almohadas y tendidos negros de seda, también habían grandes pinturas colgadas en la pared, en la parte del frente se divisaba un jardín por el enorme ventanal, estaba oscureciendo y se le hacía tarde pero aun no sabía por qué se encontraba allí, creía que era una de las habitaciones de kagome pero era imposible pues hace tiempo desde la maldición no viajaba a esa época y tampoco creía que ella haya cargado con él hasta allí, todo esto lo tenía muy confundido

-Por fin despiertas inuyasha- se oyó una vos cerca donde se encontraba inuyasha, esa vos la reconoció de inmediato inuyasha recordó lo que hasta hace unos momentos había pasado, pero lo que más le sorprendió fue de quien era esa voz.

- sesshomaru, que diablos...

- no me digas que no recuerdas nada hermanito.

- ¿Dónde estoy?

- en mi palacio.

- ¿Cómo?

- no pongas esa cara hermanito, porque te extraña sabes que esto te pertenecerá pronto.

- ¿de qué rallos estás hablando sesshomaru, yo estaba peleando con naraku cuando...?- eso hizo congelar a inuyasha al recordar todo

- ya veo que si recuerdas, mejor así se evitan más explicaciones, ahora descansa mañana será un día duro, hay que empezar con los planes para la ceremonia.

- no se dé que hablas, ahora solo déjame ir.- Inuyasha se paró rápidamente de la cama pero al momento se dio cuenta que se encontraba totalmente desnudo así que volvió a la cama y se tapó con las cobijas rápidamente, sesshomaru al darse cuenta no dejaba de mirarla con deseo pues aún estaba en su forma de mujer.

- ¿qué paso con mi ropa?, devuélvanmela

- está sucia, por eso mande a que te la lavaran, además estaba mojado

- eso a ti no te debe importar -parándose con el tendido envuelto en su cuerpo- dámela, ya me voy

- aun no has entendido, tú te quedas aquí con migo, por esa puerta hay unos termales te espero para que te bañes, luego hablamos.

Inuyasha iba a comenzar a retarle de nuevo pero sesshomaru ya se había ido de allí rápidamente, sabía que él le estaba evitando para enfrentarse por el momento pero dejo esos pensamientos por un momento y así que él aprovecho para bañarse, cuando entro al cuarto se sorprendió de lo grande y hermoso que era, pues los termales parecían más fácilmente una cascada pequeña pero muy acogedora, además había un paisaje sintético pero muy hermoso que daba la apariencia de estar al aire libre, cuando inuyasha termino de observar todo se quitó esa tela y se sumergió en el agua, cambiándolo rápidamente a su verdadera forma, él estaba muy agradecido por tal baño pero no quería estar más cerca de sesshomaru pues temía que quisiera vengarse por no haberle dicho a él la verdad desde el principio.

Cuando acabo de bañarse salió de allí y se envolvió una toalla en la cintura, al llegar de nuevo al cuarto vio que allí lo estaba esperando sesshomaru.

Inuyasha se sorprendió mucho - "que se traerá entre manos sesshomaru, no me gusta para nada como se está portando con migo, parece como si de verdad le importará, pero eso no es posible aunque yo...."

-veo que me hiciste caso, muy bien eso es lo que espero de mi futuro compañero, que me obedezca.

Inuyasha se enojó mucho por lo dicho por su hermano- que te pasa, yo jamás seré tu perfecto compañero, estás loco, yo no estaré contigo nunca, además ya sabes la verdad de quien soy así que más da, si tú me odias.

ELLA ES MI HERMANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora