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Sirius trataba de calmar su abochornado corazón, palpitaba tan fuerte que temía que saliera disparado fuera de él, sus labios hormigueaban mientras su cuerpo multiplicaba las sensaciones de calor

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Sirius trataba de calmar su abochornado corazón, palpitaba tan fuerte que temía que saliera disparado fuera de él, sus labios hormigueaban mientras su cuerpo multiplicaba las sensaciones de calor. Aún tenía ambas manos sobre Remus mientras esté lo miraba con esos ojos que lo embobaban, sabía que tenía que soltarlo, tenía que alejarse de él antes de que pasara algo de lo que se arrepentiría.

Esto está mal, está mal, repetía una y otra vez la voz en su cabeza.

Pero se sentía tan bien. 

Fue su turno de besar a Remus dando vuelta a los papeles, reafirmó el agarre en su cadera aprisionándolo contra la pared, la mano que estaba en la espalda de Remus buscaba recorrer cada curva de su cuerpo subiendo en un toque lento.

Remus temblaba debajo de él mientras  largas y frías manos buscaban recorrer la nueva tierra desconocida. Luchaba para mantenerse en pie. Se estaba derritiendo como mantequilla en los brazos de Sirius, sintiendose cada vez más suave y moldeable con cada caricia.

El beso era duro y caliente, ambos  jugueteaban con sus lenguas ansiosos. Sirius gruñó en medio del beso cuando sintió como las manos de Remus pasaron de sus hombros a su cuello. Sus pechos chocaban con todos los  movimientos bruscos y sus pelvis comenzaban a buscar atención.

Sirius se separó de Remus en un intento de buscar un poco más. Y suavemente se inclinó sobre Remus bajando lentamente por su mandíbula.

Remus se erizó cuando sintió la respiración caliente de Sirius en su cuello. No pudo hacer nada más que echar la cabeza atrás, dejando el camino libre a la lengua de Sirius, que chupaba y mordía cada extensión de su cuello dejando un rastro de hormigueo tan placentero que lo hacía sentir en las nubes.


Por un momento solo existieron ellos dos en el vasto universo.

Entonces Sirius se separó abruptamente.

– No puedo. Suspiró para recargar su cabeza en el hombro de Remus.

– Mierda, no es que no quiera, pero..

Remus no lo dejó terminar.

-–¿Qué pasa Black?, ¿Oh es que le temes a los desafíos?

No esperaba para nada esa respuesta, levantó la mirada encontrando aquellos ojos que alguna vez creyó tan puros llenos ahora de malicia y lujuria.

No sabía bien si era el alcohol o la droga en su sistema pero juraría a ver visto aquella mirada en alguna ocasión pasada. Lo observó unos segundos tratando de descifrar si estaba bromeando o hablaba enserio.

Tentación || Wolfstar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora