FIRST

Cuatro: Trabajo

Tres años atrás...

- ¿Me estás diciendo que este trabajo es lo mejor que pudiste haber encontrado Kaohnaw?

Mew se quedó boquiabierto al leer el pequeño folleto que tenía en las manos, se acaba de graduar de la universidad, y aún faltaban unos meses antes de iniciar de lleno en su trabajo formal en una fábrica en Bangkok.
Había quedado de acuerdo con su mejor amigo para poder iniciar un trabajo que le permitiera ahorrar para un trabajo mejor pagado y legal.

Sin embargo vender su cuerpo nunca había sido una opción y ahí había terminado, tenía que haber tomado el control el mismo y no dejar todo en manos de un mono.

- Oh vamos Suppasit, no puedes negar que esté trabajo es como un sueño, P' Sin dice que es un ganar ganar, follas y ganas dinero... Es lo que haces, pero gratis.

Kao encendió un cigarrillo cerca de la ventana soltando una risita burlona, conocía a Mew desde la escuela primaria y claramente le conocía desde la cabeza hasta los pies, sobre todo aquello que ocultaba...

Las ganas de trabajar en Jewel Paradise.

Mew parecía seguir pensando, pero al final asintió, era cierto. A él le gustaba el sexo, y si ahora tenía ingresos con eso, bueno, ser scort no era tan mala idea después de todo.

La tarde de aquel día se la pasaron sentados frente al computador sacando citas con los médicos que el mismo P'Sin conseguía para sus "muchachos" algunos formularios y un test sobre sexualidad, un poco de sus preferencias para saber en qué catálogos debía ponerlos y una última cita para una extraña sesión de fotos.

Una semana después los dos estaban en casa de Sidkhap Rottipat uno de los periodistas más famosos de la ciudad y creador de Jewel Paradise en las sombras.
El hombre emanaba elegancia, pero también lujuria.
Incluso podemos decir que vio a Mew y de inmediato causó algo en él.

Pero su ética profesional lo llevó a no volverse a meter con uno de sus "empleados"

Leyeron algunas cuantas hojas y formaron un decena de papeles.

- Esta es mi casa y el centro de juegos, realmente yo no vivo aquí y hace mucho que los hoteles dejaron de ser atractivos para los clientes, siempre los encuentros son aquí, si hay desastre o cosas por limpiar o desarmar tengo quien lo arregle.

Sidkhap avanzó hasta el primer descanso de la escalera invitando a los muchachos a subir y continuó:

- Creo que no tengo que explicarles cómo es el trabajo en sí, pero si me gustaría enfatizar algunas cuantas reglas que permiten que todo fluya como debe de ser... Uno: Por ningún motivo indaguen en el nombre del cliente, generalmente a mayor conocimiento, mayor condenación. Dos: Nunca se muestren demasiado cariñosos con ellos o ellas, sobre todo la gente que viene a experimentar o a perder, tienden a confundir las cosas y ahí, si estaríamos en problemas. Tres: Si hacen las dos primeras no llegaríamos a esto pero vale, debo advertir, la número tres es la que me hace enfatizar todo. No, no, por piedad nunca salgan con un cliente, fuera de este servicio... Lo que nos lleva a la última regla para evitar la tercera. Ninguna Joya de este paraíso repite sesión. Es decir, solo una vez follaran con la persona que los contrate, incluso si son buenísimos en esto. ¿Quedó claro?

Fue fácil decir que sí.

Vaya no era tan difícil.

Incluso podría ponerlos en una lista:

1. Sin nombres.
2. No cariño y menos amor.
3. No citas externas.
Y 4. No repeticiones.

Claro, eso es así de sencillo como pronunciarlo.

Tomaron la copia de la llave que les correspondía. Y se miraron fijamente, cómplices, como aquel día que empezaron a espiar a las niñas en los vestidores..
Cómo aquel día en el que Kao se besó a un profe mientras Mew cuidaba la puerta e igual cuando Mew tuvo el valor de confesar que era gay.

Ahora ser copartícipes de estás travesuras donde se mezclaba a la perfección, sexo y dinero estaba bien.

Sidkhap interrumpió su mágica y cómplice vista aclarándose la garganta.

- Los he puesto en el catálogo ya, así que me pondré en contacto con ustedes por si hay alguien interesado... Aunque generalmente los nuevos tardan vario...

El celular de Sidkhap Rottipat sonó.

Se giró para poder contestar y después de un par de minutos regreso con una sonrisa pintada en el rostro.

- Andas de suerte MewStar, ya tienes tu primer cliente...