Cinco: Saber cuándo parar.

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- Por favor detente.

Suplicó.

Kao guardó lo que pudo haber sido algún comentario irónico o hiriente, al igual que Gulf sabía que recordar el pasado era más doloroso de lo que pensaban.

Gulf continuó:

- No necesito saber exactamente como fue aquella noche... Solo quiero saber si fue Art.

Kao negó con la cabeza y habló: - No es necesario que me digas que no quieres saber los detalles de ese cliente porque no soy tan cruel como para contarte, y también porque no los tengo, sí, Mew me contaba todo, pero era reservado en sus encuentros. Y no, no fue con Art, te dije que fue su primer cliente pero no fue Art. Solo sé que el señor que salió con él lo ocupó para charlar, pero sí fue gracias a él que conoció a Art.

Gulf se lo pensó un poco, al principio, cuando Gulf buscaba satisfacer su curiosidad también pensó en charlar con un scort y hacer preguntas pero jamás creyó que eso fuese posible, generalmente ellos no son de esos servicios ¿o sí?

- Seguramente te estás preguntando sí eso es posible, tu cara nunca miente Kanawut, pero lo es, a P'Sin mientras le paguen no pone objeción en el uso, a menos que el cliente rompa una regla como el contacto físico agresivo no consensuado. No es un hijo de puta en su totalidad.

Gulf respiró profundo, todo esto le estaba causando jaqueca.
La verdad es que debía parar con todo esto, pero al mismo tiempo estuvo seguro que llegaría al fondo de todo.

Sin embargo la extraña alarma de "Barbie Girl" de Aqua que sonó del teléfono de Kao, le hizo detener la conversación.

- Tengo otra cita, así que debemos continuar en otro momento, solo que yo te avisaría, ahora sin Suppasit aquí, tengo mucho trabajo, o siempre está la opción de hablar con él directamente y así satisfacer tu curiosidad... Si tienes mucha prisa.

Kao le sonrió antes de dirigirse al cuarto para cambiarse.

Gulf miró su móvil inseguro de lo que acababa de escuchar, podría haber hecho eso desde un principio pero...

Estaba muy mal, su cabeza no dejaba de creer que Art no descansaría hasta volver a hablar con Mew...

Decidió marcharse también, incluso antes de que Kao saliera de la habitación.

La postal que llevaba en su bolsillo le causaba picazón y alergia mental, era como traer toda la esencia de aquel joven de piel morena, no podía negar que el chico alto y delgado era guapo, incluso podría decir que sin toda esa hostilidad podría parecerle atractivo en toda la extensión de la palabra. Que si otras fuesen sus intenciones hasta amigos pudiesen ser. Pero no, había llegado con la espada desenvainada directo a su garganta, poniendo a Gulf así. Justo como estaba ahora...

Con los nervios de punta.

El taxi que tomó lo llevo hasta la cafetería de Siam Center, antes de seguir indagando sobre el pasado de Mew, tenía que seguir trabajando. Así que decidió continuar con el negocio pendiente, debía reunirse con un interesado inversionista para hacer se su cafetería algún tipo de cadena en diferentes centros comerciales, una opción estupenda hasta conocer el porcentaje de ganancias que él y Mew tendrían cada mes.

No estaba dispuesto a tomar una decisión solo, pero si quería oír la propuesta que pudiese ser llamativa. Sacar la idea totalmente de su cabeza, parecía descabellado, pero quería intentarlo, tal vez Kao tenía razón, desechar la posibilidad de conocer el pasado de Mew le daría más beneficios que problemas.

Suspiró para si mismo antes de abrir la puerta de cristal de aquella cafetería que marcó el inicio de todo, sonrió ante la chica de recepción y se giró un poco cuando escuchó su voz.

Inconfundible.

Audaz.

Varonil.

Y¿Porqué no! Sexy.

Mew le recibió con un beso en la mejilla y le dijo que la chica que planeaba invertir le estaría esperando en la planta alta.

Asintió y caminó hasta las escaleras, sostuvo con fuerza el barandal y caminó con pasos firmes hasta el sitio, estaba dispuesto a oír la propuesta.

De espaldas, se encontraba ella, con un largo cabello castaño rizado. Un abrigo de color café cubría su espalda, Gulf se aclaró la garganta para hacerse notar antes de quedar frente a aquella chica.

Que no resultó ser más que una mentira...







.

Sí había alguien más idiota que Gulf, el no lo notaría de inmediato.
Pero si había un hijo de puta disfrazado hasta los pies.

Y sí, Art estaba debajo de toda esa farsa.

Ni siquiera había una sola gota de maquillaje, solo era él y un gran vestido barato, una peluca bien lograda y un abrigo prestado de algún aparador...

- ¿Qué es lo que buscas aquí? - preguntó Gulf con la misma rabia que contenía en sus puños.

Art alzó la vista hacia el y sonrió.

- Vengo a invertir como sabrás... Estoy interesado en este café y en el socio...

- Bastardo... - interrumpió Gulf.

- Gulf ¿Es tu nombre, verdad? Escucha, ya he pasado por esto, ya sé que no lo cederás tan fácil, y es por eso que he venido a ofrecerte un trato...

Gulf se recargó en el respaldo de su silla y cruzó los brazos.

- ¿Seguro no tienes nada mejor que hacer? ¿Por qué te empeñas en seguir buscando a Mew? Acaso... ¿Tu vida están miserable como para hacer deplorable la de los demás? Mew está conmigo ahora y eso deberás entenderlo bien, así que porque mejor no te largas y te desapareces para siempre...

- Sé que están atravesando por un momento difícil, Gulf, te interesa salvar este negocio tanto como defiendes tu "amor" por Suppasit, así que antes de que me vuelvas a ordenar desaparecer... Te diré algo, te compro este sitio, y si quieres te lo regalo después de pagar todo lo que deben, incluyendo la garantía del café... Lo único que debes hacer, es desaparecer... Desaparecer de la vida de Mew, ¿Ya lo hiciste una vez, no? Entonces no te costará hacerlo ahora, Gulfito...

Gulf sentía una rabia inmensa... ¿Cómo era posible que de su boca solo saliera una mierda como esa? Cambiar a Mew por una cafetería que buscaba salir adelante con el esfuerzo de todos allí... Aún, si eso implicaba sacrificar algunas cosas.

- Deberías saber cuándo parar Art. Perdiste, lo perdiste.... Ahora vete de la cafetería antes de que Mew descubra que estás aquí diciendo y haciendo estupideces.

Art puso los ojos en blanco, pero asintió.

Y no, no porque se estuviera dando por vencido, sino porque usaría su último recurso antes de darse por derrotado...
Aunque él nunca hubiese conocido la derrota.

Ya había quitado a varios de su camino con ofertas similares o con tácticas más grandes...

Y Gulf no sería la excepción.

Porque claramente Art, nunca, nunca sabe cuándo debe parar.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2022 ⏰

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