FIRST

Uno: El pasado no siempre está pisado...

Si había algo de lo cual se arrepentía en este momento, era el haber acompañado a Mew a esa reunión de la universidad, ahora todo parecía en su contra, el chico moreno llegó a quitarle su tranquilidad.
Alguien le dijo que estudiaron el la misma escuela, pero en diferentes facultades.

Mew lo invitó, porqué demonios no había aceptado.

Limpió la última mesa antes de apagar las luces y cerrar la cafetería.

Las llaves tintinearon cuando cerró. Pero el ruido fue opacado por alguien aclarándose la garganta.

— Pensaba que te quedarías más tiempo...

Pero la frase no pudo ser terminada, porque Gulf vio a quien menos esperaba.

— Hola — pronunció el moreno — ¿Está Mew por aquí?

Gulf hizo el intento de buscar en sus bolsillos, abrió la mochila y negó.

Art sonrió, la mirada irónica y fascista de Art, podría matar a cualquiera.

— Necesito hablar con el... ¿Dónde está?

— Porqué habría de decirte dónde está mi NOVIO... — recalcó, dejando claro las últimas líneas.

— Tranquila florecita, solo es de algo del pasado.

— No soy ninguna florecita, y no me importa, puedes mandarle un mensaje...

— No los responde... — aclaró Art.

Gulf sintió alivio. Sonrió de manera inconsciente. Significaba todo.

— Entonces no puedo hacer nada al respecto.

— ¿Crees que ya ganaste? ¿Solo porque ya dejado de hacer lo que hacía. Y abrió está cafetería?  No te confundas, no conoces a Suppasit como yo, no sabes cómo es en realidad, no sabes quién fuí para el y su vida...

— Tu eres pasado, Sherlock, yo soy su presente...

Art dibujó una sonrisa de labios, subió el pie en la blanca pared y cruzó los brazos.

— Me sentaré a esperar, cuánto es que tardará esta vez. El primer amor no se olvida, y ya habido más, antes que tú, lo intentó, intentó olvidarme y siempre volvía a mi. ¿Quién te dijo que serás la excepción? No olvides que Mew trabajaba como sexoservidor, se ha acostado con más hombres y mujeres de los que crees imaginar, tu culo no es de oro, tu no eres especial... Tu no eres suficiente para él...

— ¿Y tú si? — habló Gulf tratando de no perder la paciencia.

— Soy el número uno, tú, tal vez eres como el número tres mil en esta infinidad de acostones. Vivió conmigo... Me hizo el amor de una y mil formas, tantas que ni siquiera podría contarte todas...

— No me interesa...

— Finge que no te interesa, niño bonito. Y cuando se canse de ti, sin problema regresaré a mi sitio.

— Vete a la mierda... — profirió Gulf antes de dejarlo allí ensuciando su pared con sus horribles pies... No iba a caer, no le iba a romper la cara.

Al menos no todavía.

Si esta era la presentación de la guerra que se le avecinaba no quería averiguar cómo en realidad se librarían las batallas.

No estaba listo para esto, porque él solo se había enamorado del chico que le quitó la virginidad. No sabía lo que esto le causaría.

Metió las bolsas de las compras a la alacena. Se metió a la ducha y dejo que el agua tibia destensara sus músculos.
Se enjuagó el cabello y decidió dormír. Mañana sería otro día.
Decidió no decirle a Mew.

Creía en sus promesas, creyó en el desde que decidió cambiar, porque lo amaba, lo buscó hasta el final, decidió dejar su antigua vida por él.

Art no vendría a arruinar sus planes.

O eso creía.

Porque dejó un hilo de inseguridades, no quería buscar por el temor, de lo que fuese a encontrar.

Se acostó en la cama, el cabello estaba húmedo, no quería pensar en nada.
Pero en ese momento tenía las alarmas puestas y de repente notó una caja que no estaba, o tal vez no era relevante.

Juraría que no la quería ver, pero de un momento a otro ya la tenía en la cama, vio su reloj,  las diez menos quince.

La abrió, fotos, cartas, un Mew más joven, una foto familiar, un oso panda de Felpa, su nombre está bordado.
Su corazón se siente culpable, dudó sin pensarlo.

Siguió buscando, solo hay fotos de Mew y su familia.

Hasta que la caja de galletas suizas llegó.
Sin galletas.

La curiosidad lo hizo abrir la caja.

Una postal de Chiang Mei.
Cartas.
Una foto.

«Para el amor de mi vida. Mew»

Se ven tan felices...

«...Y cuando se canse de ti, sin problema regresaré a mi sitio»

La fecha es de hace un año.