Dos: Inicio

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Trataba de no pensar en lo que acababa de ver, la amenaza de aquel estúpido se estaba clavando más y más en su mente, en su corazón, como daga caliente.
Gulf tenía un solo defecto, defecto que lo había atormentado toda su vida:

Su inseguridad.

Cualquier comentario mal intencionado hacia repercusión en su actuar, en su pensar.

Mild hizo muchos méritos para convencerlo de probarse a sí mismo.
Le había costado mucho aceptar que se había enamorado, en las circunstancias tan complejas que pudo imaginar...

Y ahora un tipo que quien sabe de dónde había salido había llegado a torturar su mente, provocó invadir la privacidad de su novio.

Tenía miedo de lo que estaba viendo...
Tenía miedo de averiguar más de esto...

Su celular se activó, la llamada a Mild a la media noche preocupó al contrario, aquel que estaba dormido.

— Mild...

— Gulf ¿Qué pasa?

— Necesito saber...

— ¿De qué demonios hablas? Son las dos de la mañana

— Te busco mañana...

Colgó.

Seguramente Mild tenía muchas preguntas porque llamó tres veces más...

Gulf parecía un niño pequeño en la cama, sostenía la foto y la postal, la observó con detalle...

Mew sonreía... Art parecía satisfecho, los brazos de Mew eran más delgados que ahora, su peinado era diferente y parecía no tener un solo tinte en el cabello, su complexión era más fina, se veía feliz, diferente...

En realidad no quería hacer lo que estaba haciendo, o al menos trataba de convencerse de que era así; pero abrió el cajón de la cómoda y sacó el retrato que se había roto días atrás, el marco de aquella foto necesitaba reparación.
Y ahí estaba con la mano derecha una y en la izquierda la otra, miraba a Mew.
Era la misma persona con la misma expresión.

Aunque en el actual, Gulf parecía más feliz que Art. Pero el semblante de Mew, era el mismo.

Se estaba torturando, estaba a punto de llorar.

Maldito imbécil, maldito seas Art...

Se quedó pensando algunos minutos más, hasta que decidió que era tiempo de conocer esa historia. Guardó las cosas que había sacado de Mew, pero guardó la postal en su diario, Mew era demasiado respetuoso con la privacidad de Gulf así que nunca revisaría lo habría adentro.

Entonces el pesar se hizo más fuerte.

"Mew jamás hubiese abierto mi diario"

Pero y era tarde, estaba arrepentido pero al mismo tiempo estaba decidido.

Algunos minutos después, nunca supo cuántos unos cálidos brazos rodearon su cintura y le besaron los cabellos, eso lo hizo estremecer y acurrucarse en aquel hueco que el hombre de su vida le había abierto.
Pasados otros minutos más el sueño lo venció, hasta que el sol de la mañana siguiente le hizo despertar para encontrarse a un Mew sonriente, con la camisa verde doblada de las mangas, desabotonada hasta la mitad, unos jeans de mezclilla y un delicioso aroma de café combinado con panqueques.

La miel caía por los bordes de aquel pan recién hecho, si había algo más para lo que Mew Suppasit era bueno aparte de la cama, era en la cocina, mientras que Gulf era un desastre, por eso en su negocio el era el cajero...

— Buenos días — saludó el chico de brazos fuertes.

— Hola...

La sonrisa tímida que acompañó a Gulf hicieron a Mew sonreír también.

— Te he preparado el desayuno, quise dártelo antes de irme.

— ¿Irte? ¿Que hay de la cafetería? ¿No me acompañarás?
Recibió la charola pero sin el mismo entusiasmo de hacía unos segundos.

— Seguro no tardaré demasiado, tengo que ver a P'Tong.

— ¿P'Tong? Creí que nos odiaba después de lo que pasó con su hermana...

— Creo que ya nos perdonó, eso es lo que iré a averiguar, además quiere que hable con ella, después de que nos vió ahora tiene un gusto por parejas del mismo sexo, las persigue y les toma fotos sin su consentimiento, ha acudido a P'Sin para poder contactarme, quiere que deje de acosar a la gente.

— Vale... Así que en esa reunión estará tu ex jefe también.
Gulf hizo un pequeño puchero que fue opacado por un corto beso en los labios.

— Descuida, P'Sin ha cambiado un poco, sigue con  Jewel Paradise pero ha cambiado las reglas, Kaohnaw ahora es el premium, pero no hablemos de eso, es pasado ¿lo recuerdas?

— ¿Tan pasado como Art?

— ¿A qué viene eso de repente? — cuestionó Mew cuando las palabras de Gulf le hicieron interrumpir la búsqueda de sus zapatos —. Sí es por el encuentro con él en la cafetería, no debes preocuparte, no me gusta que hables de él, no deberías angustiarte.

— ¿Quién te dijo que estoy angustiado? No eres el único en el planeta...

— Pero sí el único en tu corazón, y tú también eres el único en el mío. Escucha, Art fue alguien importante en mi vida hace mucho tiempo, pero ya no más, ahora eres tú el único que existe, he dejado muchas cosas atrás desde que te conocí.

Mew se acercó a la cama y partió un trozo de panqueque con miel, abrió la boca para que Gulf lo imitara. Le dio el trozo justo en la punta de la lengua.
Gulf habló con la boca llena...

— ¿Amaste a Art?

— Gulf...

— Responde. ¿Amaste a Art?

— Eso no es importante ahora. Es el hoy lo que importa...

— Suppasit, ¿Es tan difícil contestar?

— ¿Por qué el interés en Art tan repentino? Maldito, solo vino a esto...

— ¿Por qué evades mi pregunta con otra? Solo responde, después de eso me quedaré tranquilo. Lo juro.

— ¿Lo juras?

— Sí.

— Está bien, okey, sí lo amé, pero está en el pasado ¿Me crees, verdad?

— Sí... pero... — respondió en un susurro. Los panqueques empezaban a enfriarse, tomó un poco de jugo antes de continuar pero fue interrumpido.

— Antes de que lo digas... No, no hay posibilidad de que lo pueda amar otra vez, estoy contigo, lo sabes solo estás tú y no habrá nadie más, ahora debo irme, voy tarde, levántate pronto, date un baño y nos vemos en la cafetería más tarde ¿Ok?

— Seguro.

Mew besó los labios de Gulf.

Aparentemente Gulf estaba tranquilo. Creía firmemente en Mew, pero la realidad es que no confiaba en ese hombre que salió de la nada, jurando que no era la primera vez que se lo arrebataba a alguien.

Porque sí Mew lo amó una vez, podría hacerlo de nuevo. Incluso sí el decía lo contrario.

Gulf no pudo desayunar de manera correcta.

Supo que tenía que saber que había pasado, tal vez eso le ayudaría a sacar a Art completamente de su camino.

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