VIII

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Y esa es la mayor putada,
se convirtió en el centro
de millones de poemas,
se convirtió en la sonrisa
de la que hablaba
mi canción favorita.
Lo siento,
no puedo seguir con esto.
No podemos seguir fingiendo así.

Dos pares de pupilas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora