Dos pares de pupilas.

XIX

"Demasiado tiempo huyendo conmugo de mi"
-Fito y fitipaldis.

Olía a 'te quiero' de imitación y le daba miedo mancharse las manos de amor.
No besaba nunca con los ojos cerrados y vivía huyendo consigo de si, como Fito pero sin sirenas de ojos verdes y ninguna a la que escribir.
Corazón (aun machacado) es corazón y vivia con tanto temor que acabó convirtiendose en roca.
Luego llegó la de los ojos color café, las piernas de escándalo, esa sonrisa inconfundible y esa coraza protegiendo el corazón y no supo en qué momento empezó a latir mas fuerte,
si cuando se recolocó el pelo
o cuando sus ojos desvelaban no haberse enamorado jamás.
Como tantas otras
y tantas noches,
acabaron en la cama del apartamento mas cercano donde conocieron sin conocerse todo el uno del otro,
y a la mañana siguiente,
aun no sabían sus nombres.
Pero alguien que guarda un diamante en una hucha de cerdito para que no se lo roben,
corre el riesgo de romperlo
cuando intente recuperarlo.