XVIII

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Me he puesto a escribir y se ha parado el mundo, pero no el tiempo, he llegado tarde a todas partes, y te he echado la culpa a ti, porque, a fin de cuentas, es verdad, si no hubieras decidido meterte tan, tan adentro de mi, no tendría que gastar el tiempo en escribir(te) cartas que nunca recibirás, no tienen pensado salir de mi cajón; y si lo hacen será porque tienen una cita concertada; con el fuego de esa chimenea que nunca he tenido frente a la que de niña jugaba a ser princesa en navidad y a contar cuentos, pero siempre acababan mal, no sé muy bien por qué.

Dos pares de pupilas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora