Mission of a thousand and one nights. Part 2

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No podían creer lo que sus ojos veían, se sentían inútiles e impotentes; como habían dejado que eso le pasará a su compañera, a el alma del equipo.

Parados, estáticos se limitaban a observar el ataúd con el reloj de arena en el, todo había sido un caos desde que encontraron a su "amiga" después de dos años de que se habían rendido en seguir buscando.

—Que carajos— llegó una rubia de ojos verdes, y una castaña de ojos y cabello marrón.

—¿Dónde está Natasha?— les había preguntado la mujer de mayor edad.

—Se a ido— fue lo único que dijo el viudo Rogers.

—Como…co-mo— la rubia empezó a llorar con rabia y a llamar a alguien a gritos —Papá— gritaba y la mujer quien supuso era su madre la abrazo.

Un hombre de cabellos castaños claros y en gafas de sol llegó a aquel cementerio listo para muchas cosas, pero no para eso.

—Melina— empezó a sollozar un poco y se acercó a su esposa y a su única hija que quedaba con viva —¿Qué le ha pasado?—

—Señor Stark— lo había llamado uno de los agentes que se encontraba en la torre —Fury los quiere ver a todos en la sala de reuniones—

—Gracias— había sido la única respuesta que había dado.

Llamo a F.R.I.D.A.Y. Para que se encargará de avisar al resto de vengadores. En cuanto llego el mismo a la sala de reuniones en ella ya se encontraban Sam y Wanda platicando, Rodhey y Visión jugando cartas, el niño Parker manoseando el brazo de metal de Bucky y al capitán del equipo recibiendo a Fury del otro lado de la sala.

—Fury, ¿a qué debemos su visita?— había preguntado, algo enojado pues había tenido que cancelar una comida con Pepper.

—Eh encontrado a Widow— ante eso hasta el fajo de cartas que revolvía Rodhey se cayó.

—Como es eso posible— dijo el centinela de la libertad, algo entrecortado. Cómo radio descompuesta.

—Al parecer nosotros disfrutamos de libertad y una vida mientras a ella la llevan torturando casi tres malditos años. Algunos aquí se casaron otros incluso han seguido con su vida como si nada, y ella está en manos de alguien de quien jure protegerla— Fury se estaba alterando mucho y era bastante notorio, le había tomado cariño a la chica cuando llegó Clint con ella siendo tan solo una pequeña adulta, super letal, pero a quien le habían cogido cariño. Y ahora sé iba enterando que la habían abandonado a su suerte —F.R.I.D.A.Y. muestrales el vídeo que te mando Hill— se restregaba las manos en la cara, en los ojos, incluso se había quitado el parche. Claro, su ojo ¿azul? Le dio un poco de curiosidad a Peter.

—‹Si señor›

Cinco segundos después en un videos se veía como su "Querida" compañera era maltratada.

Wanda veía con expresión de horror a sus compañeros, ella entendía todo lo que en esos videos decían.

⟨⟨Natasha, que te han hecho?⟩⟩

Le pusieron una mordaza en la boca y le conectaron a una máquina para a continuación empezar a darle grandes descargas de electricidad y gritar cosas que ella reconoció de aquella vez que entro en su mente.

—‹El amor es un juego de niños, tu opinión no vale, solo eres un arma›

Quería llorar de la frustración al ver a su "amiga" en tales condiciones. Eso sí, no se veía como si le hubiera estado faltado el alimento ni las horas de sueño; Pero llevaba pesadas marcas de dolor por todo el cuerpo y era notorio ya que estaba en ropa interior.

Apenas terminó el vídeo ya todos estaban listos y preparados para ir por ella a un lugar del que ni siquiera nombre conocían. Tony se sentía un idiota se suponía que la protegería y no lo había logrado; en algún momento le había logrado sacar información de porque era una espía y claro que sus respuestas dolieron más que mil balazos e incluso el disparo se quedaba atrás. Un brillo escarlata salía de las manos de Wanda que ya estaba sumamente impaciente por ir en su rescate.

El rescate iba mediamente bien, encontraron a Natasha en un cuarto oscuro dormida entre mantas pero había algo raro, tenía sangre en la parte baja del cuerpo. Había lo que parecía el cadáver de un feto y, un niño de un año de cabellos pelirrojos; con vida.

—Wanda, toma al niño. Sam, mete al feto en algo y llévalo al quinjet, merece un funeral digno. Yo la llevaré a ella— todos habían hecho lo indicado por el y al llegar a la nave Tony ya los esperaba para marcharse.

—Vamos. ¿Cómo está?—

—Supongo que bien— suspiro mientras dejaba a su esposa en la camilla al fondo —¿Cómo está el niño, Wanda?—

—Digamos que bien, no tiene ni un solo signo de agresión—

—Eso es algo—

Cuando llegaron al complejo se les ocurrió ponerlos en cuartos diferentes. Él nunca había estado separado de su madre, ella pensaba que el estaba muerto.

Eso le había dicho Madame B, le dijo que ese sería su castigo. La muerte de su primer hijo.

Despertó, y al identificar el lugar en el que se encontraba, incluso la habitación, se levantó como pudo puesto que estaba lastimada por todos los castigos que había recibido por haber abortado a su hija más reciente. Entro al baño y habría las llaves de la tina y regadera, para meterse y empezar a sumergirse aún con ropa.

No soportaría estar en un mundo sin su bebé, sin su bebé que la había mantenido con vida después de todas las veces que se le ocurrió acabar con su vida. Pero ahora ya no estaba.

Se sumergió en el agua lo más que pudo y solo sintió como el agua llenaba sus pulmones y la conciencia se le restaba.

Steve había ido a ver cómo iba su mujer, si ya había despertado o si tenía pesadillas.

La encontro flotando en el agua de la bañera. Al instante que la saco y comprobó que ya no tenía vida entre sollozos. Escucho el llanto de un bebé.

—Me di cuenta de que ella había muerto incluso antes de ahogarse— les contó a los que todavía no les decían quienes eran.

—Gracias. ¿Podemos ver a Theo?— hablo más mujer Melina.

—Claro, estamos buscando a algún familia de Natasha para que se haga cargo de él. Se que yo fuí su esposo pero no estoy listo— Theo llegó junto a Fury y Yelena lo alzo en brazos.

—Nosotros nos lo llevaremos— dijo Alexei.

—Con que derecho—

—Somos sus familiares: madre, padre e hija— declaro Melina bastante enojada. Su hija se casó y su "esposo" realmente nunca se esforzó por encontrarla —¿Algún problema?—

—En realidad no, por favor. Cuidenló— pidió el hombre del parche.

—Si…

Los vieron marchar con lo único que quedaba de Natasha, y se sintió aún más culpable de que su mujer estuviera muerta.

Porque mientras ella sufría el había estado teniendo un amorío con Sharon Carter.

One-shots. Natasha RomanoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora