A qué precio?

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Parte única pero larga. (Retiro lo dicho, creo que se va a extender varios capítulos)
Advertencia, Steve es un idiota en este shot.

Demente.

La palabra resumía el carácter del general Ross, quien había citado a Steve Rogers y Tony Stark en una base de seguridad de la CIA. Los acuerdos estaban sobre ellos todavía, Wanda, Clint, Scott y Sam seguían en la prisión de máxima seguridad a mitad del océano indico, mientras que Bucky era tratado en wakanda.

—¿Qué le parece el trato capitán?— pregunto en plan "No les queda de otra"

Aceptar...

—Pero, Steve— reprochó Tony —¿Eres capaz de eso?— a Steve le valió gorra lo que Tony le dijo y continuo.

—Aceptaremos, todo sea por nosotros— se levantó hacia Tony para darle indicaciones —Stark lleva al señor a la salida— le dijo muy cerca y en un tono intimidante.

—No, ¿Enserio crees que soy capaz de traicionar así a la arañita?— pregunto ofendido y dolido al mismo tiempo, no era posible que Steve estuviera de acuerdo con ese plan.

—Tu no lo aras, lo aré yo y es el fin de está discusión...— Tony lo corto. Que demonios le pasa ese no es el capitán que se preocupaba por todos sus compañeros.

—No cuente conmigo capitán y cuando le pregunten cómo los libero, quiero que les respondo la con la verdad—

—Yo nunca miento—

—Entonces dime cuál es la verdad de esto más haya de entregar a la que ha sido tu mejor amiga desde la batalla de New York—

—El tiene razón, ella es peligrosa y ha cometido muchos crimenes— respondió, como si fuera la cosa más obvia e importante del mundo.

—No, eso no es verdad— Desacredito Tony mientras negaba con la cabeza.

—¿Acaso no fuiste tú el que le dijo doble agente?— se acercó con una sonrisa socarrona. ¿Qué no decías amarla con todo tú corazón hace menos de un año? Pensó Stark notando la hipocresía de Rogers.

—Todo puede pasar con el paso del tiempo— se encogió de hombros.

—Rogers...

—Romanoff— Natasha salto a sus brazos con su cabeza entre su cara y su hombro, se había sentido muy sola desde que terminó de fugitiva en la guerra civil. Pero ahora, ahora había algo extraño en él, no se sentía como antes a su lado, no se sentía segura.

—¿Qué pasa?¿Qué anda mal?¿Qué pasa Rogers?— su vista se empezó a nublar en lágrimas —Me estás asustando Steve— ese momento fue uno de los peores, ver sus ojos sin el amor que alguna vez le transmitieron fue un golpe duró directo a su corazón.

Y en ese momento, en esas montañas de los Alpes suizos, su vida cambio tan repentinamente como cada que le sucedió una tragedia a lo largo de su tortuosa vida.

Varios agentes empezaron a salir de entre los árboles—¿Qué…

—Lo siento Tasha— decía Steve al momento que se acercaban a ella, preparando un sedante con la carga necesaria para tirar a un elefante si no es que dos.

—Steve…¿por qué?— dijo mientras se desvanecía entre sedantes.

—No había más que hacer, Romanova— Natasha cayó desmayada, Steve se apresuró a tomarla en brazos y subir al quinjet en el que llegó a ahí —No podrás lastimar a nadie más, ni a ti misma— con una mano le limpió las lágrimas mientras que con la otra la cargaba.

Steve caminaba rodeado de guardias con la espía en brazos, se encontraba en la prisión de máxima seguridad. Tony se poso a su lado para empezar a reprenderle.

—Eres un idiota Rogers, no te imaginas que le haran. Muchos la han querido tener en sus manos por muchos años y tú se la entregas en bandeja de plata a este gobierno y muchos otros. No me vuelvas a hablar en tu jodida vida Rogers— dijo Tony colérico antes de irse a hacer unas llamadas.

Rogers continúo hasta llegar a las celdas dónde ya lo esperaba el general Ross con algunos códigos en mano.

—Rogers— dijo en forma de saludo.

—Secretario— Asintió.

Wanda estaba despierta viendo todo, Clint y todos los demás encerrados habían quedado inconcientes por todas las torturas que les hicieron por un poco de información que no consiguieron. Vió como llegaba un hombre al que reconoció como Steve, iba a hablar preguntando su nombre pero se dió cuenta que en sus brazos iba una rubia de rostro conocido. Se pinto el cabello? Fue lo primero que se pregunto ¿Qué demonios le pasó? Fue la segunda y última antes de ver cómo la metían a una celda a unos cuantos metros de la suya.

—Capitan podrá llevarse a los demás en cuanto llegue su transporte, el cuánto a ella— Señalo a Natalia —Nosotros nos haremos cargo— termino con una siniestra sonrisa en el rostro mientras salía de hay el general, Wanda intento usar sus poderes para ver sus pensamientos pero seguía con el collar que le dió toques.

La sacaron de la jaula, Steve la abrazo pero ella lo aparto como si de veneno se tratase, él se sintió dolido pero ya no dejó que eso cambiará su actitud; estaba muy decepcionada del centinela de la libertad. Camino por los pasillos en busca de respuestas pero al verse acorralada de no encontrarlas regreso sobre sus pasos.

Al llegar de regreso encontró que sus compañeros estaban ya totalmente conscientes listos para irse, solo que no notaron a la antes pelirroja supliendo el lugar que ellos dejaban.

Se rindió, ya encontraría respuestas después, lo que si sabia es que no deberían de dejar sola a Romanoff con esos tipos mal paridos. De camino de regreso vió a Tony y noto como este le sonrió a todos menos al rubio a quien miro con ganas de matar.

—Tony, quédate con ella, no la dejes sola, no con ellos. Le intentarán meter la mano— le dijo con lágrimas en los ojos cuando se separó del grupo. Lo habían intentado con ella algunos de los guardias qué no habían esperado de ella haber sido entrenada por la mejor espía del mundo y tiempos. (Que rayos con el texto)

Te lo prometo brujita— prometió antes de que Wanda se fuera a contarles lo que descubrió a los demás.

Tony fue a cumplir su promesa mientras pensaba si debería haber detenido al capitán, al llegar la celda ya tenía diez veces más de seguridad que cuando estaban los otros vengadores, Natasha ya estaba despierta ¿Cómo? Ni idea, se supone que el sedante iba a durar horas si no es que días.

—Teñida— le dio un asentimiento de cabeza. Ahora que la observaba a más detalle notaba sus visibles golpes y su reprochable estado de salud.

—Hojalata— le saludo con una media sonrisa a pesar de la situación en la que, literalmente, estaba atada de manos y pies por unas esposas —¿Cómo estás?—

—Bien…¿Y tú?— pregunto teniendo seriamente una respuesta.

—Podría estar mejor, hace no mucho logré algo que llevo pensando por años— Sonrió totalmente feliz de su logro.

—¿No estás asustada?— hizo una mueca.

—¿Debería? No creo que sea igual que en Rusia, aquí no me harán lo que allá, eso es algo ¿No lo crees?— dijo, tenía lágrimas en los ojos y mirada gacha, Aldo le decía que el no tiene nada que ver en su encarcelamiento.

—Definitivamente, siempre amare tu optimismo— dijo Tony feliz de saber que conserva algo de lo que es.

—Y yo tu capacidad de decidir Tony, nadie te dirá que hacer— dijo bastante nostálgica.

—Tú era la mujer más fuerte que eh tenido el placer de conocer—

— No Tony, siempre abra alguien mejor que yo, un ejemplo de eso es Wanda— sonrió de oreja a oreja —Estoy muy orgullosa de esa niña. Nunca eh podido tener hijos así que ella significa mucho— Tony metió la mano entre las celdas para darle un reconfortante abrazo.

One-shots. Natasha RomanoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora