Terror LeviHan

Día 6: Mounstro

Hanji Zoe era una joven de a penas 19 años que había sido comprometida con Zeke Jeager en un matrimonio arreglado.

Era un acto injusto pero aceptado en esa sociedad.

Y aunque ella era más que una mujer de vitrina, demasiado inteligente y con grandes cosas que aportar a la humanidad, no podía hacer nada para negarse a aquel matrimonio.

Y claro; detestaba a Zeke. Era un hombre engreído y siempre trataba de minimizar la inteligencia que ella poseía.

Es por eso que cuando escuchó cierta historia no pudo estar más decidida a ser partícipe de ella:

"En lo profundo del bosque existe una horrible criatura con poderes inimaginables.

Si vas allá y logras verlo a los ojos el mounstro te concederá un deseo a cambio de un acto de amor."

"De todas las personas que lo han intentado, ninguno a tenido éxito" le advirtió aquel hombre "De hecho jamás se les vuelva a ver".

"Es cierto" prosiguió el otro hombre que estaba presente "Dicen que es tan horrible que mueres del susto en ese mismo instante y entonces él aprovecha para robar tu alma" terminó por decir

Había muchos rumores sobre aquel mounstro del bosque, algunos decían que era el mismísimo santanás y otros cuantos alegaban que sólo era un rumor.

Aún sabiendo aquello Hanji decidió intentarlo. Incluso después de reaccionar a lo que la frase "Un acto de Amor" significaba.

En ese entonces aquella frase era utilizada a la hora de consumar tu matrimonio con la persona que "amas".

Una bajeza utilizada para obtener sexo, según Hanji.

Sin importar perder su pureza de mujer y con una mínima esperanza de cambiar su destino, Hanji se adentró al bosque sólo para ser alcanzada por Zeke a los 10 minutos de su partida.

—¿En verdad crees que así te vas a librar de mi?.— se burló de él

—Déjame en paz, Zeke. Solo me haces la vida imposible por que sabes que soy mas inteligente que tú.— reprochó ella —Mejor ve a acicalarte como el mono que eres.

—Oh vamos "querida futura esposa" se que por dentro te derrites por mí.— se jactó —Te parezco guapo, admitelo.

—Ni quitándote esa barba de chivo me parecerías guapo.— contestó ella

Luego de esas palabras caminó hacia el frente dándole la espalda a su prometido extrañándose al minuto de no escuchar ninguna respuesta por parte de él, se volteó.

Zeke ya no estaba, en el lugar de el había una pequeña cabra amarillenta...

Un escalofrío recorrió la espina dorsal de la castaña y rápidamente volteó su vista al frente sólo para chocar con la mirada penetrante de un hombre azabache.

—¿Qu..ien... Eres... Tu?.— formuló la pregunta a duras penas

—Eh concedido tu deseo, ahora largo de mi bosque.— habló él

—¿Qué...?

¿Ese era el tan temido "mounstro"?
No era ni por cerca como se lo habían descrito.

Vestía un pulcro traje negro que contrastaba con su piel pálida y su cabello azabache; la combinación de colores lo hacía ver como un maldito dios seductor.

Sus ojos eran de un azul metálico jodidamente precioso, aunque a leguas se le notaba lo enan...

—Será mejor que no termines esa estúpida palabra.— habló él con ferocidad —Aunque agradezco lo de dios seductor.

¿Pero que...? Con la cara desencajda y roja por la vergüenza Hanji habló.

—Lo lamento. Pero es que sí eres un poquito... Enano.— terminó de decir con un poco de burla

—Te dije que te abstuvieras de decirlo gafas de mierda.— cerró sus ojos solemnemente y se cruzó de brazos —Ya largo de mi bosque.

—¿Qué hay del acto de amor?.— preguntó ella con timidez

—Ya lo eh recibido de tu parte, puedes irte.

—¿Eh...?.— ella no recordaba haber hecho o dado algo a aquel azabache

—Quita de tu mente esos sucios pensamientos de que un acto de amor tiene que ser referente al sexo.— habló con firmeza —Lo que has hecho hoy para mí, a sido un acto de valentía y amor hacía ti misma.

Hanji no supo que responder ante las palabras del azabache, por lo cual el siguió hablando:

—Persigue tus sueños.— le dijo y la frase quedó grabada en la mente de la castaña —Ahora largo.

Luego de esas palabras él desapareció en medio de los árboles.

Aquello había sido sin duda una de las cosas que jamás nadie creería. Y aún tenía que explicar por qué su prometido ahora era una cabra.

Pero sin duda la castaña volvería al bosque para tratar de encontrar a aquel "mounstro" una vez más...

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Creo que mis aportes para esta semana aquí terminan ya que no alcancé a cubrir los últimos dos temas.

Probablemente los escriba después pero de momento esto a sido todo.

Fue un gusto y gracias por acompañarme hasta aquí.

Nos leemos en otra historia!