Una nota para dos Ⓒ︎

Capítulo XIII

Soy la autora, escuchen la sonata cuando les diga.

Artemisa Olsson.

Pasaron los días ya es sábado, ya le conté a Martín todo lo que sucedió, sin embargo no puedo ir al Psiquiatra por dos razones:
1. Mis padres quitaron todo el dinero de mi cuenta de banco, no cuento con nada solo porque no me creen y claro porque me fui de casa.
2. El psiquiatra no está, se fue de vacaciones.

Estuve toda la semana en casa de Jonathan, nos encontramos con Mia y comenzamos a organizar la fiesta para Lila y Julio, estoy agradecida con Jonathan por todo lo que hace por mi pero no le puedo contar los síntomas que tengo seguido, se que no son normales, cuando tomé por primera vez el medicamento no tuve síntomas tan fuertes como ahora.

Estoy cansada todo el tiempo, tengo muchos mareos vomito a veces y estuve a punto de desmayarme dos veces más.

Hoy es sábado y hacen la fiesta de despedida de Nick, tuve que obligar a ir a Martín y Mia, ellos se preocupan mucho por mis síntomas pero no hemos podido contactar cob el psiquiatra intentamos ir a otros lugares pero los psiquiatras dicen que es normal, Jonathan, Julio y Lila se fueron a un viaje corto y vuelven el domingo de noche para entrar el lunes a clases

Decidí salir a comer un helado, me encuentro con Martín que se está despidiendo de mi

-Por favor Artemisa cuídate muchísimo- dijo preocupado
-Calma, mañana nos vamos a ver- dije sonriente-ahora ve, yo daré una vuelta en el parque y luego voy a casa de Jonathan
-Por cualquier cosa me llamas, no dudes en hacerlo- dijo todavía preocupado

Se subió en su auto y se fue para la casa de Sara.

Luego de 10 minutos de caminar y caminar, me di en cuenta que me dirigía a la academia cuando lo noté vi el gran letrero que decia "Vivaldi academy", dude mucho si entrar o no, solo sería ir a escuchar además justo hoy es un concierto, lo decía un pequeño letrero, el concierto era de piano, un dueto era el primer requisito.

Calma Artemisa, solo tienes que entrar y escuchar ¿verdad?
Estaba por entrar cuando llego un guardia, parecía desesperado asta que me vio

-Señorita llega tarde, su compañero la busca- dijo agarrandome del brazo y arrastrandome asta aquel lugar que conocía muy bien

-Señor yo no se de que h... -

-Señorita no hay tiempo- llegamos detrás de el escenario donde se alistan los chicos para salir a tocar

-Pero señor se esta confundiendo, yo no soy... - Ahhhh, me acaba de dejar sola.

-¡TÚ!- grito alguien y vi al chico del violin que me ayudó cuando me desmaye.

-Desconocido, ¿Qué haces aquí? - pregunté.

-Me llamo Carlos y estoy ayudando a mi mejor amigo y ¿tu que haces aquí?, todos pensamos que la famosa Artemisa se retiró- Como le explicaré, de repente vi a un chico acercarse cabello castaño, ojos azules tan profundos que te pierdes en ellos, de una estatura mas o menos de 1.85, su cabello se pegaba a su rostro debido a que de seguro se mojo la cara antes de venir, se veía desesperado, no pudo notarme porque yo tenia puesta mi capucha y el estaba muy estresado para notar mi diminuta existencia

-Pues un guardia me trajo, le intenté explicar que no se trataba de mi a quien buscaba pero no me escucho y cuando llegamos intente decirle otra vez pero me dejo sola, luego me encontré contigo y por cierto muchas gracias por la ayuda Carlos- dije un poco distraída por aquel chico

-¡CARLOS, NO LLEGÓ SOFÍA NO LLEGÓ NO SE QUE HACER TENGO QUE PRESENTARME HOY, POR MI PADRE!- dijo el chico interrumpiendo a Carlos y desesperado