Una nota para dos Ⓒ︎

Capítulo XX

Jonathan Flores

Artemisa y yo nos organizamos, yo dormiría en los asientos delanteros y ella en los traceros, allá atrás era más cómodo para ella y era la mejor opción, daban las 3:00 de la madruga no podía dormir, me asomé y vi a una hermosa Artemisa durmiendo profundamente, unas cuantas preguntas invadieron mi mente, ¿Como haría para decirle que me gustaba?, ¿Como le propongo que seamos novios?, ¿Como hago para dejar de ver el rostro de Sara en mis sueños?, ¿Como hago para no sentirme culpable porque amo a Sara pero comienza a gustarme Artemisa?, ¿Como alejó a Luke de Artemisa?, se que suena mal, pero yo no quiero verla con nadie más, yo quiero verla acostada en mi cama gimiendo mi nombre mientras la hago mía, aunque también pienso en Sara, en darle besos y decirle que la amo, y luego aparece Artemisa en mi mente haciendo que desee lo mismo que con Sara, debo admitir que me puse muy feliz de que Luke trajera a la tal Lara con el, ella será una gran ayuda para alejar a Artemisa de Luke, después de todo tal vez me quede con una de las dos chicas que me traen loco.

Vi a Artemisa temblar del frío, salí del auto y abrí la puerta de atrás, me saqué mi cacheta y la coloque delicadamente en sus delgadas piernas, ella llevaba puesto un short de tela y una chaqueta fina, eso no la abrigaba lo suficientemente, decidí entrar, alce sus piernas y la senté en mi regazo, ella se acurrucó en mi y decidí ponerle mi chaqueta en su pequeña espalda, como yo era mucho más alto y ancho, la chaqueta le quedaba como un vestido, haciendo que se abrigue, la bese lentamente en sus finos labios, tenía el sueño pesado ya que con ninguna de las acciones que hice se despertó, luego de un rato observandola me quedé dormido.

Me levanté de golpe, tuve un sueño erotico, Artemisa formaba parte de ese sueño, me desperté duro y la vi sentada en mi, acurrucandose y pegandose más a mi, eso solo hacia que me ponga más duro, revise la hora en mi celular daban las 7:00am, Artemisa comenzo a moverse y taparse la cara por la luz del sol, entonces entreabrio los ojos y me vio estaba medio dormida

-Tienes algo en el bolsillo delantero que me estorba- comenzó a analizar la situación y abrió los ojos de par en par, saltó rápidamente haciendo que su cabeza chocará contra el techo del automóvil, cayó enzima mío y su rostro quedó a escasos centímetros del mío

-¿¡PORQUE NO ESTAS ADELANTE!?- pregunto enojada

-Tenias frío y te puse mi chaqueta, luego me abrazaste y nos quedamos dormidos-le dije cruzando los brazos atrás de mi cabeza

-¿¡QUE HAY DE ESO!?- dijo evitando mirar abajo y sonrojada

-Es mañanero- dije encogiendome de hombros

-NO PUEDE SER POSIBLE, Y LO DICES CON TANTA TRANQUILIDAD- se bajó del auto y yo la seguí

-¿A dónde vas?- pregunté curioso

-A CUALQUIER LUGAR LEJOS DE TI- la amarque y comencé a caminar lentamente a la nada, ella pataleaba

-SI NO ME BAJAS AHORA MISMO TE PROMETO QUE TE HARÉ PAGAR-dijo amenazante, de echo intentando ser amenazante

-Cuando te enojas e intentas amenazarme, te ves tierna, como un pequeño cachorro intentando enojarse- dije riendo

-Ya callate y bajame de una vez-dijo más tranquila, se sonrojo

No respondí me limite a seguir caminando, luego de un rato se rindió y cerró los ojos por un rato, después de eso los abrió bruscamente y se asomó por mí espalda

-EL CARRO, NO LO VEO- me reí por su intento, fallido pero ella no parecía reclamar, entonces me giré y comprove que tenía razón, no me di cuenta que caminamos tanto que perdimos en carro

-Mierda- fue lo único que pude decir

-Tal vez aquí logremos tener señal, dame tu celular-dijo mirándome, la baje y la mire nerviosamente

-Que hay del tuyo-le pregunte

-Ayer murió, te lo dije, lo guarde en mi cartera y la deje en el auto, ahora dame tu celular-me quede callado

-NO ME JODAS, COMO ES POSIBLE QUE DEJARAS EL CELULAR, TU SI LO TENIAS CARGADO-grito enojada, comenzó a caminar

-Ey, no te vayas-le dije siguiéndola

-PORQUE TIENES QUE SER TAN ALTO, CUANDO TU DAS DOS PASOS YO DOY 5 PASOS CORRIENDO-exclamó más enojada

-No te preocupes-me giré y la amarque otra ves-vamos a buscar algún lugar

_________

Llevamos caminando como dos horas, sin encontrar nada, Artemisa lucia cansada, entonces volví a amarcarla, estaba tan cansada que no se quejó, caminamos un rato más cuando apareció una camioneta, se paró a nuestro lado

-¿Todo bien jóvenes?- dijo un señor de unos 40 años

-Pues nos perdimos ayer, el carro se quedó sin gasolina y hoy emprendimos camino para ver si encontrábamos algo-dije bajando a Artemisa

-¡Porque aquí las noches son tan frías y el resto del día tan caliente!- se quejo Artemisa, estaba toda sudada y parecía tener sed

-Jajajajaja, no se preocupen los llevó a un restaurante que está cerca de la gasolinera, mientras comen puedo ir a ver el carro, solo tienen que decirme donde lo dejaron y la placa-dijo el señor

-¿Comida?, YO quiero comida-dijo Artemisa como una niña pequeña

-Bien vamos-le dije, ella se subió al auto y yo igual

Luego de dos largas horas en el carro, llegamos al dichoso restaurante

-Cerca del restaurante hay un hotel, pueden quedarse ahí, yo volveré a eso de las 5:00pm con el carro-el señor nos dio su numero en una tarjeta y se fue, pedimos un teléfono en el restaurante, mientras yo hacía una llamada Artemisa pedía lo que comeriamos, por suerte llevaba conmigo la billetera con dinero y la tarjeta de crédito

Llamada entrante:

Jonathan:

-Lila, estamos bien, nos quedamos varados en un lugar extraño, por suerte hoy un señor nos ayudó, el mismo señor fue por el carro, pero tardará, me voy a quedar en un hotel con Artemisa y muy probablemente nos veamos mañana-

-Veo que no pierdes el tiempo hermanito, bien me llamas cualquier cosa, te espero mañana-

Cortó la llamada, fui a la mesa donde estaba Artemisa

-Bien ya saben que estamos vivos-le dije tomando un sorbo de jugo

-Me alegro, Jonathan creo que ya cause muchas molestias, digo por mi culpa nos perdimos y encima tu vas a pagar la comida y el hotel, siento que me estoy aprovechando-dijo Artemisa con una mueca en su hermoso rostro

-No te aprovechas, yo pongo todo porque quiero y puedo, y no nos perdimos por tu culpa-le dije mirándola

-Tienes razón, fue tu culpa, eres un mal piloto-dijo riéndose

-¿A sí?, pues tu eres una mala copiloto-y comenzamos a bromear entre los dos

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-¿¡COMO QUE SOLO TIENE UNA HABITACIÓN DISPONIBLE Y CON UNA SOLA CAMA!?- grito enojada Artemisa

-Esto es un motel, en este lugar de mala muerte es lo mejor que va a encontrar- dijo el señor ya cansado

-BIEN, DEME LA MALDITA HABITACIÓN-siguió gritando, yo solo podía reír disimuladamente, ya lo dije se veía tierna cuando estaba enojada, además me encanta la idea de dormir juntos.

Nota de la autora:

Aquí los cuatro capítulos.

Este es nuestro querido Jonathan, está tan confundido en el amor, hay que tenerle paciencia.