No era extraño verlos pelear, incluso podríamos decir que era lo normal, y es fácil decir que se llevaban mal era algo obvio, pero y si no fuera realmente así, solo lo sabría si le dieran solo una oportunidad más....
*Gesshoku*
...
Dio un leve toque a la puerta en señal de que entraría, lo imagen que encontró solo logró calentar su corazón.
Estaban sus hijos abrazados mientras dormían.
Sonrió ante la escena, aunque se sintió un poco celoso ni siquiera pensaron en él.
Minutos antes la enfermera encargada de Himawari, le había explicado algunas cosas sobre su estado, y no sabe que pensar.
Apretó su mandíbula.
No se podía ir tan pronto.
No lo soportaría.
No por su culpa.
Salió de su trance al escuchar movimiento en la cama; se asustó, no debía despertarlos.
Suspiró aliviado solo habían cambiado de posición, ahora que lo recuerda Boruto tenía una misión hoy era clase B.
Debería despertarlo, pero es que se veía muy tierno; parte de su flequillo tapaba su cara por lo que acercó su mano para quitarlo.
Posó su palma en una de las mejillas de este acariciándola.
<<es muy suave>>
En su adolescencia siempre había tenido una piel algo áspera, razón en gran parte por entrenamiento y batallas, a parte de la pubertad ;pero lo que estaba tocando no tenía comparación, a pesar de todo seguía siendo muy fina y suave, como la de un muñeco de porcelana, incluso no tenía facciones tan masculinas como la mayoría, era cierto que tenía un cuerpo fornido y bien trabajado, pero era decente ni muy musculoso ni muy flácido.
Simplemente perfecto.
Se sorprendió a si mismo acercando sus labios a los de su hijo; rápidamente se separó con un tono carmesí en toda la extensión de la cara.
_¿q-que?_ preguntó al aire, negó frenéticamente con la cabeza.
Estaba loco, si eso era.
Se estaba volviendo loco.
Borrando ese pensamiento, con extremo cuidado levantó en brazos a Boruto-modo princesa por si las dudas- y acomodó a Himawari.
También le acomodó la capa a Boruto, seguía haciendo algo de frio y antes de poder levantarse, sintió un jalón en su pantalón
_Papá..._dijo una pequeña vocecita proveniente de entre las cobijas, de ellas salió una pequeña cabeza morada, que se frotaba los ojos(no tenía la venda)
_Buenos días Hima, lamentó despertarte _habló en un tono bajo Naruto acariciando el abundante cabello de la no tan pequeña Himawari.
_esta bien, no importa pronto me vendrán a despertar de todas formas _respondió la niña en un bostezo.
Le dio una ultima caricia y se levantó; antes de cruzar la puerta lo detuvo la voz de la niña
_cuida de Boruto y de Mamá ¿si?_ pidió la niña_ mientras no... este, te necesitan_
_entonces lo sabes.._ hizo una mueca
_si, me dijeron ayer_
Algunas lagrimas se acumularon en sus ojos; regreso donde Hima.
_me aseguraré de que vuelvas a casa _besó su frente_ lo prometo.
_De acuerdo _sonrío_ y tu prometeme que se cuidarán entre ustedes ¿de acuerdo?
_si _susurró con la voz llorosa, y abrazó a la pequeña.
Le dedicó una pequeña sonrisa.
_me tengo que ir, o si no me regañaran _río_ te quiero
_yo también te quiero, ¿te puedo pedir un ultimo favor?.
_claro_
Tal vez esta no fuera la ultima vez
_nunca dejes de sonreír, ni en las peores situaciones ¿vale?_
Pero...
_vale_ lagrimas se desbordaban por sus ojos, la pequeña también empezó a llorar
Se dieron un ultimó abrazó.
_esperame, lo más que puedas_
sonrió
_lo haré_
Siempre será la más dolorosa
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